Comprender la reforma educativa
A 44 días de la entrega al gobierno entrante, Otto Granados, secretario de Educación Publica, convirtió su último informe público en un conversatorio con dos respetados analistas y expertos en la materia, Sergio Cárdenas del Crefal y Carlos Ornelas de la UAM, en el cual fluyeron los datos más importantes de la reforma educativa a la luz de la mirada crítica de los participantes.
El secretario recordó que el promedio de titulares de las dependencias educativas de los gobiernos de América Latina era de era de 3 por sexenio. Granados fue el tercero de los mexicanos. Fue mencionado entre los probables candidatospara iniciar la saga de quienes pondrían en marcha una de las reformas más significativas de las que en materia educativa Mexico ha experimentado.
Sin duda la reforma educativa adquirió una importancia capital en el sexenio. Se consolidó con las evaluaciones pese a las reacciones virulentas de los enemigos acérrimos de la reforma y enfrentando la pobreza e ignorancia de quienes desde la
comentocracia saciaban su rechazo per se al gobierno. Esa tragedia intelectual empobreció el ambiente del debate sobre la reforma, una reforma que merecía más razones y argumentos que la cacofonía de lugares comunes y adjetivos.
Al final del sexenio, los hechos probaron la trascendencia que tuvo este proceso: constituyó la más importante de las reformas que gestó el Pacto por Mexico: institucionalizó el Servicio Profesional Docente, lo que permitió establecer un
“Una frase lo dice todo: a mejores escuelas y mejores maestros se suman mejores contenidos: ahí reside el valor del nuevo modelo educativo”
sistema transparente “basado en el mérito, la capacidad, el desempeño y el esfuerzo de los docentes”.
Pese a resistencias y errores por superar, se dejó atrás un pasado ominoso de opacidad y de influencias nocivas y perversas en el ingreso, la promoción y permanencia de los maestros.
No es poca cosa en un sistema educativo cuyas organizaciones sindicales han sido manejadas por grupos farisaicos, y cuyos grupos más radicales y marcadamente integrantes de la CNTE, opositores furibundos al gobierno, pretenden cancelar a la reforma.
Tienen mucho que hacer para lograrlo: en primer lugar comprenderla, saber en qué consiste y dónde están las bases pedagógicas y técnicas de la evaluación.
Lo que la reforma implantó no fue solo la idea esencial apenas comprendida de la evaluación, en lo categórico de su impacto docente, en sus efectos a favor de los maestros en lo moral y lo material.
La reforma se concentró en tres aspectos principales: contar con mejores espacios educativos, mejores maestros, mejores contenidos.
Es así que a través de la Estrategia Escuela al Centro del Sistema Educativo, la modernización, reparación y mejora del equipamiento y de la infraestructura física educativa fue posible extender las escuelas de Tiempo Completo. Durante 2017- 2018 se atendieron 3.6 millones de alumnos en 25 mil 134 escuelas de los estados del país.
¿ Qué pueden decir los enemigos de esta transformación sistémica orientada, complementariamente — dicho por el propio Otto— a la mejora del personal docente, cuando es evidentes y comprobable que al 2 de agosto de 2018 se realizaron un millón 520 mil 844 evaluaciones, y ayudaron a la solidez de la oferta de la educación continua para la consolidación de una docencia robusta?
Una frase lo dice todo: a mejores escuelas y mejores maestros se suman mejores contenidos: ahí reside el valor del nuevo modelo educativo.
Todo se concentra en estos cambios, en estas innovaciones que sintetizan una labor que se hizo bien, que se caracterizó en los últimos dos años, por un rasgo personal de Otto Granados que le dio a la SEP, a la reforma misma, a contracorriente del clima pasional y electoral que acosó el proceso, la serenidad, el talento y la solidez y la fortaleza, para dejar en la conciencia del magisterio un legado político y educativo el cual a ellos corresponde proteger y defender.