ES ERRÓNEO IMPROVISAR SUPERIOR SIN LA CALIDAD
Para el miembro del Colegio Nacional, el proceso histórico es eternamente una dialéctica entre cambios y continuidad, y
La educación superior debe ser la apuesta de este país en el Siglo XXI. Se trata del canal de ascenso social más efectivo que ha tenido México desde hace varias décadas. Un instrumento que ha permitido resarcir las desigualdades sociales y contribuir a forjar una cultura política tan necesaria en la construcción de la democracia. cación superior en torno a un gran proyecto de universidad nacional, pero no se pensó en un esquema que pudiera extender ese modelo a todo el país y convertirse en un gran sistema.
“Es el planteamiento que está en Justo Sierra, en Vasconcelos, en los grandes universitarios del Siglo XX, nunca pensamos en un sistema nacional de educación superior, apostamos por una gran universidad; entonces, las universidades, de eso que antes llamaban provincia, y que hoy es políticamente incorrecto, no tienen buenas universidades”, apunta.
El problema, comenta el ex director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana ( INEHRM), fue generado porque durante decenios los jóvenes, en lugar de quedarse en sus respectivas entidades, en sus estados, se trasladaban a la Ciudad de México.
“Aquí hacían la carrera, aquí estudiaban, aquí trabajaban, y había una descapitalización brutal, en términos de capital humano, en los estados, brutal, debimos haber pensado en un sistema universitario nacional en el que cada entidad federativa tuviera una gran universidad regional”, señala.
Comenta que, en el caso de Estados Unidos, “qué sería de este país si en lugar de tener este sistema universitario que tiene, tuviera una gran universidad, en Washington, y 50 universidades mediocres en los estados, sería otro país, pero ellos pensaron en que cada entidad tuviera una universidad pública estatal y una gran universidad privada cuando menos”.
“En cambio, en México”, argumenta el investigador, “no tenemos un sistema universitario, entonces uno de los retos para el Siglo XXI es ese, y yo no estoy pidiendo que la Universidad Nacional pierda fuerza, no, de ninguna manera, vamos a conservarla, va muy bien, pero, por otro lado, fortalecer a las universidades de provincia, que cada estado tuviera una magnífica universidad, eso sería una gran ganancia para el siglo XXI”, dice.
Para ello, comenta Garciadiego Dantan, se requiere de grandes estrategias, de grandes inversiones y de tiempo, porque en este terreno se puede incurrir en precipitaciones.
“Faltaría la voluntad y faltaría la estrategia, que se entendiera que ese es el cambio ideal para el Siglo XXI. El día que tengamos buenas universidades en todas las entidades federativas, el país va a caminar mejor”, considera.
Educación contra desigualdad
Sobre el papel que ha jugado la educación superior en México a lo largo de varias décadas, Garciadiego Dantan está convencido que se ha convertido, y sigue siendo, en el mejor canal de ascenso social que tiene el país.
“No es que yo lo diga, hay estadísticas y datos concluyentes, el canal de ascenso económico más eficiente del México del Siglo XX. Mucho más que discursos políticos, decisiones laborales o salariales, realmente el elemento que ha promovido más el ascenso social, y eso implica ascenso económico, político y cultural, es, sin lugar a dudas, la educación.
“Creo que debemos seguirle apostando a eso, a la educación, antes, principios del Siglo XX, en el Porfiriato, casi bastaba con una educación preparatoria, por eso la Escuela Nacional Preparatoria era casi terminal, hoy en día, entre más años de educación tengamos,