¿Apoyar a las Universidades Benito Juárez? / I
Planteamiento: Las Universidades Benito Juárez (UUBJ) constituyen uno de los más importantes programas dentro de la política educativa del actual sexenio. Lanzado inicialmente como promesa de campaña, su carácter estelar o prioritario fue ratificado por AMLO en su discurso de toma de posesión del 1 de diciembre, e incluido en los “100 Compromisos” de la nueva Presidencia. Más tarde, lo allí expuesto fue ratificado en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y en el Programa del Sector Educativo (PSE). Inclusive, en el cuarto Informe anual del mandatario, en septiembre pasado, el tema ocupó un lugar relevante. Sin embargo, en los cuatro años transcurridos lo presentado y diseñado guarda una gran discrepancia con los resultados alcanzados. En ese tiempo se han generado observaciones oficiales (Auditoría Superior de la Federación, Instituto Nacional de Acceso a la Información, CNDH) y críticas (denuncias, manifestaciones y aún amparos por parte de alumnos y docentes).
Un somero análisis de lo publicado en torno a estas universidades indicaría que las cosas no andan del todo bien. Tal vez sea momento de que, con algunos de los mecanismos de que ya dispone el recién creado Sistema Nacional de Educación Superior (Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación y Sistema de Información de la Educación Superior) se realice un diagnóstico preciso de la situación y se formulen soluciones a la medida. Como ya ha sucedido con algunas instituciones (IPN y Universidad de Zacatecas), la colaboración interinstitucional sería un mecanismo para que se apoyase al Organismo Coordinador de las UBBJ y a los 145 planteles con que cuenta actualmente.
Desarrollo:
De los 100 Compromisos que enunció el Presidente en el primer día de su mandato, el séptimo expresa que: “En 2019 estarán funcionando 100 universidades públicas, con carreras acordes a cada región del país para atender con educación de calidad y sin pago de colegiaturas a 68 mil alumnos del nivel superior”.
El compromiso se formalizó en dos de los instrumentos fundamentales de la Administración Pública Federal. En el PND (abril de 2019) se daba ya noticia que desde marzo “las UUBJ habían iniciado labores en 100 planteles en 31 estados, ofreciendo 32 mil plazas y becas de 2,400 pesos mensuales”. Por su parte, el PSE ( julio 2020), ubicando a las UUBJ dentro de la estrategia prioritaria 1.6, mencionaba: “Incrementar gradualmente la matrícula de educación superior con una matrícula inclusiva, flexible y diversificada, que atienda las necesidades del desarrollo local y regional, la diversidad social, lingüística y cultural, así como las prioridades definidas por las comunidades”.
De manera más precisa, en el IV Informe de Gobierno se indica que el objetivo de esa institución es el de: “Proporcionar servicios educativos a jóvenes y adultos que fueron excluidos de su derecho a cursar estudios superiores, así como aportar conocimientos profesionales para el desarrollo de comunidades en condición de rezago y violencia”.
¿Qué es el Conjunto de UUBJ?
Hasta fines de 2022 se habían creado 145 planteles previéndose que 55 más entrarían en operación hacia el final del sexenio (todas estas en las carreras de medicina comunitaria y enfermería) en otras tantas comunidades. Su matrícula ascendía a 32,553, cinco mil menos que en el ciclo lectivo anterior, cuando su capacidad instalada se situaba ya, según el IV Informe, en 37,600 mil estudiantes. Los 145 planteles son atendidos por 1,780 docentes (Reforma, 19 de noviembre). Hasta 2022 el gasto había llegado a 4 mil millones de pesos en los tres años de operación. En el conjunto de los planteles se imparten 32 carreras, una en cada uno de ellos, pero, según se ha anunciado, varios planteles empezarán a abrir una segunda carrera, preferentemente medicina comunitaria. El promedio de cada plantel es de 200 estudiantes matriculados y 6.5 profesores. Como excepción, el más grande, en Tikul (Yucatán), cuenta con una matrícula de 1,200 estudiantes y 38 docentes, impartiéndose la carrera de medicina integral y salud comunitaria. En los planteles se ofrecen carreras tradicionales (p. e. derecho y contabilidad) pero también otras innovadoras relacionadas con las comunidades locales (medicina comunitaria, ingeniería en procesos agroalimentarios, patrimonio histórico e industria de viajes, gestión integrada del agua, música y laudería, normales rural e intercultural bilingüe, entre otras).
La próxima semana se concluirá este texto con dos puntos más: Diseño y Realidad de las UBBJ; b) ¿Qué Hacer?