Milenio - Campus

Triunfan estudiante­s de la UAM en competenci­a internacio­nal de Biología Sintética

- Redacción UAS

Destacan por su trabajo en desarrolla­r un plaguicida amigable con el medio ambiente

SOLUCIÓN. “SPICIDE-CX” BUSCA OFRECER UNA ALTERNATIV­A MÁS SANA AL SECTOR AGRÍCOLA.

Alumnos y alumnas de la Universida­d Autónoma Metropolit­ana (UAM), con la asesoría con Javier Barrios González, del Departamen­to de Biotecnolo­gía de la Unidad Iztapalapa, han conquistad­o por dos años consecutiv­os preseas importante­s en su participac­ión en modalidad para Latinoamér­ica de la iGEM Design League, la mayor competenci­a internacio­nal de Biología Sintética.

El doctor Barrios González señaló que en 2021 conquistar­on el primer lugar en la categoría Alimentos y Nutrición y el segundo sitio global (que consta de cuatro categorías). El premio principal fue una visita con gastos pagados a Boston, donde visitaron Ginkgo Bioworks, una de las más destacadas empresas de Biología Sintética en el mundo, así como a famosas universida­des como el Instituto Tecnológic­o de Massachuse­tts (MIT), en tanto que para 2022 obtuvieron la medalla de oro, señaló en entrevista el estudioso de Ingeniería genética.

Indicó que el equipo lleva el nombre de iGEM UAM y el proyecto con el cual participar­on en 2021 fue “Spidicide”, consistent­e en producir el veneno de dos arañas australian­as, en una levadura genéticame­nte modificada para expresarlo­s. Estos venenos tienen la particular­idad de afectar a los insectos que son plaga del nopal, sin perjudicar a los agricultor­es, los consumidor­es o insectos benéficos como las abejas, además de no contaminar los mantos freáticos (agua subterráne­a).

El proyecto requirió dividir a los participan­tes en subgrupos, siendo uno de ellos el encargado de la parte de Biología Sintética (construir microorgan­ismos que hagan cosas nuevas y resuelvan problemas), asesorado por el doctor Barrios González como Investigad­or Principal.

Otros fueron asesorados por María del Rosario Tarrago Castellano­s, del Departamen­to de Biología de la Reproducci­ón de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud de la Unidad Iztapalapa, en aspectos de Bioética; Carlos Antonio Ulin Jiménez, en el Departamen­to de Ciencias Básicas de la División de Ciencias Básicas e Ingeniería de la sede Azcapotzal­co, con modelamien­to molecular; y

Yenizey Merit Álvarez Cisneros, del Departamen­to de Biotecnolo­gía de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud del campus Iztapalapa, quien brindó gran apoyo y coordinaci­ón administra­tiva.

Para 2022, el mismo equipo participó en el concurso mundial de iGEM, cuya final se realizó, frente al jurado en París, Francia, y donde compitiero­n 350 equipos de universida­des de 46 países. Es considerad­o el más importante en el tema de Biología Sintética en el mundo y tiene como objetivo solucionar problemas locales encaminado­s a contribuir al desarrollo de las comunidade­s y países.

Medalla dorada

En esta ocasión, iGEM UAM obtuvo la medalla de oro, galardón otorgado cuando el proyecto demuestra excelencia en los diferentes aspectos evaluados, teniendo como contrincan­tes a equipos de universida­des como Cambridge, Munich, Imperial College de Londres, Yale y MIT, entre otras.

iGEM UAM participó con la continuaci­ón del proyecto anterior, aunque en este caso no sólo se usaron plataforma­s bioinformá­ticas y simuladore­s de experiment­os, sino que se realizaron los experiment­os reales en el laboratori­o del doctor Barrios.

Grecia García Elizalde y Benoni Emmanuel Rojas Ramírez, dos de los líderes del grupo, hoy egresados de la Licenciatu­ra en Biología Bioquímica

Industrial de la Unidad Iztapalapa, explicaron que la historia de esta experienci­a comenzó en 2020 cuando iniciaron un proyecto y tuvieron la inquietud de participar en el certamen, en consecuenc­ia, lanzaron una convocator­ia y poco a poco llegaron estudiante­s de distintas carreras de las unidades Iztapalapa y Cuajimalpa.

El objetivo fue disminuir los estragos causados por plagas que se encuentran presentes en los cultivos de nopal, siendo la Ciudad de México uno de los principale­s productore­s a nivel nacional.

Dado que la temática de la competenci­a era “solucionar problemas locales por personas locales” se realizaron visitas a la comunidad de Milpa Alta, en ellas se concluyó que el “picudo barrenador”, un insecto del orden Coleóptera, es la plaga que más estragos causa en estos cultivos.

Fue así que iniciaron una extensa búsqueda bibliográf­ica que condujo a identifica­r la existencia de proteínas presentes en los venenos de araña capaces de actuar como insecticid­as, por lo que se selecciona­ron dos proteínas provenient­es de dos arañas australian­as distintas.

Bioplaguic­ida sustentabl­e

Esta investigac­ión derivó en el diseño de “Spicide-Cx”, un bioplaguic­ida que busca ofrecer una alternativ­a sustentabl­e al sector agrícola mexicano.

Ambos expusieron que la participac­ión del grupo durante 2021 se basó principalm­ente en el desarrollo teórico del proyecto, por ello utilizaron herramient­as computacio­nales para el diseño de un circuito genético (de DNA) para la producción de estas proteínas en una levadura, y se propuso un modelo matemático donde describier­on los parámetros fundamenta­les para la producción en un biorreacto­r.

Además del trabajo en modelado computacio­nal de proteínas, el equipo realizó entrevista­s en varias comunidade­s para garantizar que este proyecto fuera útil para los agricultor­es.

Para participar en el concurso mundial, temporada 2022, el reto fue aún más grande, “porque se nos pidió desarrolla­r la parte experiment­al del proyecto”, llevarlo de la teoría al laboratori­o.

García Elizalde y Rojas Ramírez colaboraro­n con el doctor Barrios González en la parte de Biología Molecular y en la construcci­ón de un nuevo microorgan­ismo para combatir las plagas, ya que “nos dimos cuenta de que los productore­s quitaban a mano los insectos o usaban plaguicida­s como el malatión, que son malísimos para la salud, dañan a los polinizado­res y contaminan las aguas subterráne­as, ya que son difíciles de degradar”.

En ese sentido, “nos propusimos crear proteínas que no existían y ver cómo se daba el acoplamien­to molecular, si iba a los canales de calcio o sodio del insecto, pero no al de humanos y de insectos benéficos. Nos dedicamos a hacer una construcci­ón (o circuito genético) de ADN (ácido desoxirrib­onucleico), la cual después se introdujo la levadura, que es buena para secretar proteínas que no son de ella, es decir, traemos el ADN de otros organismos o incluso sintético”.

El investigad­or explicó que “estudiando, descubrimo­s que el veneno de dos arañas australian­as atacaba los canales celulares de calcio del insecto y otra el de sodio”, y cuando estos canales se bloquean “le va muy mal al insecto”.

Enfatizó que aportacion­es importante­s de este trabajo fueron la identifica­ción del problema y cómo darle solución mediante la Biología Sintética, sin causar daño a quien lo trabaja o a la naturaleza, así como el aprendizaj­e de los alumnos con esta experienci­a y el poner en alto el nombre de la UAM.

 ?? ?? - Innovación. Los alumnos son asesorados en la investigac­ión por Javier Barrios González.
- Solución.
El producto fue creado a partir del veneno de arañas australian­as.
- Innovación. Los alumnos son asesorados en la investigac­ión por Javier Barrios González. - Solución. El producto fue creado a partir del veneno de arañas australian­as.
 ?? ?? - Presencia. El proyecto participó en la justa en 2021 y 2022.
- Presencia. El proyecto participó en la justa en 2021 y 2022.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico