Milenio - Campus

MI NOMBRE ERA EILEEN: EL MOMENTO DE ANNE HATHAWAY

- Salvador Medina salvador@elhablador.com.mx

E“REBECCA ES UNA ENIGMÁTICA Y SOLITARIA MUJER QUE SACUDE A EILEEN DE SU MONOTONÍA”

stamos viviendo oficialmen­te en el momento de Anne Hathaway. Sus inevitable magnetismo y e innato talento, la hacen una natural frente a la cámara. En Mi Nombre Era Eileen, todo eso se pone al servicio de una historia retorcida, audaz e interesant­e de principio a fin.

Basada en la novela de Ottessa Moshfegh, Eileen (Thomasin McKenzie) es una tímida y retraída trabajador­a en una prisión del estado de Massachuse­tts. Entre su tedioso trabajo y encargarse

en casa de su padre alcohólico, Eileen tiene poco tiempo para algo más. A sus 24, lo que era algo temporal cuando volvió a casa a cuidar de su madre enferma que terminó por fallecer, se volvió un lugar del que no puede salir.

Es hasta que llega una nueva psicóloga a la prisión, que su vida cambia de cabeza. Rebecca (Hathaway) es una enigmática y solitaria mujer que sacude a Eileen de su monotonía y que, en el despertar de su

sexualidad, provoca un atractivo inmediato en la joven. Rebecca, mayor y más madura, es un imán para hombres y mujeres por igual. Eileen no sólo se fija en ella sino que quiere convertirs­e en ella.

En esa nueva dualidad, hay una peligrosa transforma­ción en Eileen, particular­mente cuando el atrevimien­to de Rebecca las pone en un turbio predicamen­to.

El mayor problema de Mi Nombre era Eileen es la cercanía y genialidad de Carol de Todd Haynes y sus paralelism­os. Y aunque se trata de temas relativame­nte similares, la película de William Oldroyd es una impecable y retorcida obra queer con mucha tela que cortar.

Hathaway y McKenzie son fantástica­s en los papeles titulares, con una innegable química y una historia llega de giros que nos mantiene siempre al borde del asiento.

Su descenso hacia el caos es lento y seguro, y es muy entretenid­o verlas jugar con los sentimient­os del espectador hasta un tercer acto atrevido e inesperado. Y, pese a una estructura narrativa un poco fallida y apresurada, el estilo de Oldroyd y su manejo del tono noir-erótico, se conjuntan para crear una obra fascinante y oscura que no se olvidará pronto.

 ?? ?? - Noir-erótico. Anne Hathaway y Thomasin McKenzie brindan una gran interpreta­ción como Rebecca y Eileen.
- Noir-erótico. Anne Hathaway y Thomasin McKenzie brindan una gran interpreta­ción como Rebecca y Eileen.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico