Aumentan indígenas pero continúan las burlas
En cinco años, pasó de 376 mil a 421 las personas que viven en alguno de los cinco pueblos originarios en el territorio mexiquense CLAVES
a población de habla indígena en el Estado de México aumentó en los últimos cinco años, al pasar de 376 mil 830 en el 2010 a 421 mil 743 en el 2015, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aunque uno de los idiomas más fuertes en otros tiempos en la Zona Oriente de la entidad, el Náhuatl, “se ha venido perdiendo como consecuencia de la discriminación, igual otras lenguas”, aseguró el etnólogo e historiador José Omar Tinajero Morales.
Por un lado y de acuerdo con cifras del INEGI derivadas tanto del censo del 2010 como de la Encuestas Intercensal del año 2015, en la entidad la población de habla indígena aumentó en 44 mil 913 personas.
Los documentos establecieron que el mazahua y el otomí son las lenguas de mayor uso “ya que son practicadas por más de la mitad de los hablantes de lengua indígena”.
Los estudios mencionaron que las citadas no son las únicas que se hablan en forma considerable en la entidad ya que están también el náhuatl, el mixteco, el mazateco, el zapoteco, entre otras, que también “son las lenguas indígenas de mayor uso”.
En la misma forma y según documentos del Consejo Estatal de Población (Coespo) generados a partir de la Encuesta Intercensal del 2015, de los 16 millones 187 mil 608 habitantes que se registraron en 2015, 17 por ciento se consideró indígena y 1.56 por ciento se consideró en parte; mientras, 79.22 por ciento no se considera indígena y 1.07 por ciento no supo, lo cual “quiere decir que más de tres cuartas partes de la población de nuestra entidad no se considera indígena”. “En la Zona Oriente de la entidad todavía hay poblados donde se habla el Náhuatl, pero es muy poco, como en San Jerónimo Amanalco, Santa María Tecuanulco y Santa Catarina del Monte, todos en el municipio de Texcoco”, dijo el etnólogo José Omar Tinajero Morales, quien destacó que junto a ésta, lenguas originarias en la entidad quedan sólo cinco, entre ellas el Otomí, el Mazahua y el Ocuilteca (por Ocuilan). “El Náhuatl era muy fuerte en la región oriente; era el que hablaba el Rey Nezahualcóyotl, eso era lo interesante, pero ha venido disminuyendo la población ha- En la Zona Oriente de la entidad, el náhuatl, “se ha venido perdiendo como consecuencia de la discriminación, destacó etnólogo. El mazahua y el otomí son las lenguas de mayor uso “ya que son practicadas por más de la mitad de los hablantes, destacó. En la entidad están también el mixteco, el mazateco, el zapoteco que también “son las lenguas indígenas de mayor uso”. blante y perdiendo fuerza, sobre todo por la discriminación de la sociedad; hay todo un proceso de que la gente no quiere hablar su lengua indagan por temor ser discriminada”, dijo el investigador.
Comentó que en vez de que esas lenguas se asuman “como parte de una gran riqueza cultural como la nuestra, se le ve como algo atrasado, se le ha estigmatizado como símbolo de atraso, como algo que se tiene que perder debido a la discriminación”.
Mencionó que “son lenguas muy hermosas las nuestras; lo mexicano es el Náhuatl, que como sabemos quiere decir: “claro”, “sonoro”; y fue una lengua que se habló hasta en Nicaragua, que originalmente era: Nicannahua (aquí llegan los naguas), pero llegaron los españoles, lo corrompieron y se quedó en Nicaragua”.
Tinajero Morales resaltó que las autoridades deberían realmente combatir la discriminación y fomentar esa lenguas “porque resulta que mejor en La Sorbona, en París, se conoce más de nuestras leguas porque allá hay asignaturas especificas para eso, existe un doctorado en lenguas indígenas, y aquí no; es la gran paradoja”.
Dijo que prácticamente desaparecidas están ya las lenguas indígenas del huasteco, chimeca, pame (que se hablaba en el norte de la entidad y era una variante del Otomí), el purépecha en las colindancias con el estado de Michoacán, que originalmente era el tarasca y “que igual se veía con menosprecio; por eso han ido desapareciendo, por discriminación y falta de interés en conservarlas como parte de lo que somos. En la entidad se llegó a hablar el chichimeca”.