Voto y responsabilidad
En los sistemas democráticos como el nuestro, los ciudadanos tienen la responsabilidad de elegir a sus gobernantes. En el Estado de México se tendrán elecciones próximamente y por lo mismo parece ser conveniente pensar o recordar algunos aspectos éticos relevantes para nosotros los votantes.
Se espera que los ciudadanos emitan su voto de modo razonable, quiero decir que se espera que voten con el afán de verdaderamente buscar lo mejor para la comunidad. Lo primero es la decisión de votar, puesto que en nuestro país y en nuestro estado nadie está forzado a hacerlo (Existen algunos países en que el voto es más o menos obligatorio). Generalmente no hay razones para no votar, pero alguien que no quiere votar podría tratar de justificarse diciendo que es inútil, que todas las opciones son iguales, que tiene cosas más importantes qué hacer, o cosas parecidas. Una actitud así merma sin duda las bases de la participación cívica y política. Fuera de casos en que existan causas proporcionadas, todos debemos normalmente ir a votar.
La cuestión de por qué partido o por qué candidato votar no es como la de un seguidor de un equipo de futbol al que le echa porras, porque en la elección de los gobernantes se implica cómo queremos vivir, cómo queremos que vivan nuestra familia y nuestros amigos, como queremos que sea nuestra sociedad. Es algo serio que exige no solamente poseer al menos un mínimo conocimiento de los partidos y de sus idearios, así como de los candidatos y sus propuestas, sino también poseer uno mismo ciertos parámetros razonables para evaluar lo que se propone. Por otra parte, se necesita saber, al menos a un cierto nivel básico, cuáles son los retos principales de la sociedad y cuáles los más urgentes.
La referencia fundamental siempre será el ser humano con su dignidad personal, los derechos que se derivan de su ser, como derecho a la vida, a la educación, a la salud, etc. Otra referencia son los principios sociales como la solidaridad y el bien común. No bastan las bellas palabras ni los mejores lemas publicitarios, hay que tratar de captar las reales posibilidades de una u otra propuesta.
La reflexión que un ciudadano debe hacer para emitir su voto la mayoría de las veces no le llevará a la máxima claridad, porque las cosas humanas y sociales son complejas, pero puede esperarse que lo conduzca a una decisión sensata. Esperemos que los votantes ejerzan su papel buscando de verdad el bien común. Los cristianos, además, debemos ser conscientes de que la caridad también se ejerce al cumplir como ciudadanos.