Aumenta por mal servicio de transporte
La necesidad de conseguir y mantener un empleo es tan importante para la gente, que la movilidad no es un factor de peso a la hora de decidir dónde laborar o vivir, afirmó la doctora Priscilla Connolly Dietrichsen, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Explicó que a diferencia de lo que ocurre en urbes de América del Norte o Europa, donde la decisión de acceder a un trabajo se basa en la distancia y el medio de transporte, en la Ciudad de México y la zona metropolitana, hay poco margen para escoger por lo que la gente va “donde haya sin importar el tema de movilidad.
Afirmó que el uso de automóviles se incrementó debido al miedo de algunos hacia el transporte público, como sucede en el Estado de México, donde el servicio es de mucha menor calidad que en la CdMx, además por los problemas de accesibilidad a destinos y la mala conectividad de los espacios de residencia con los de trabajo.
Rechazó el concepto de ciudad compacta, porque este discurso “solo justifica políticas habitacionales para permitir la construcción en la altura por todos lados, con el pretexto de ser benéfico para el medio ambiente”.
La consecuencia es que ahora edifican grandes torres en la periferia aumentando la densidad, el precio del uso de suelo y sus ganancias, pero nada sucede con el problema de traslado. “Todo esto ocasiona una correlación más o menos inversa entre densidades y personas que usan el carro, es decir, los ricos viven en zonas centrales con bajas densidades y utilizan más el automóvil y los pobres viven en la periferia con altas densidades y no tienen dinero para comprar un vehículo”.
Además dijo que otros factores de la automovilidad, es haber usado vehículo desde la niñez, por los padres, pues cambia según las etapas de la vida familiar y laboral, para llevar a los hijos a la escuela o hacer las compras del supermercado, entre otras.
Otro más está relacionado con el estatus vinculado a la posesión de un coche.
Mencionó que los resultados de una encuesta aplicada en estaciones del metro y el tren suburbano, paradas de metrobús y ecobús, indican que 54 por ciento que dejaron de manejar por motivos económicos, 27 por ciento porque mejoras en el transporte público y 5 por ciento porque empeoró su accesibilidad.