¿Dónde quedó el dinero?
@carlosjguizar
Se perdieron 700 millones de pesos en efectivo durante la gestión de Rosario Robles como Secretaria de Estado entre 2014 y 2017 (Animal Político, 11/09/18). No se sabe qué hizo el Gobierno de Peña Nieto con más de tres mil 433 millones de pesos que se entregaron a empresas fantasma y que desaparecieron de las Cuentas Públicas 2013 y 2014, como se documenta en “La estafa maestra” de Animal Político y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
En México cada vez se vuelve más común escuchar que desaparecen recursos públicos o que simplemente no se tiene idea de cómo se usaron. Analizaremos tres casos en los que no sabemos dónde quedó el dinero y por qué es tan importante estar al pendiente de su destino final.
Primero, los legisladores potosinos y los muertos vivientes. Diputados del Congreso de San Luis Potosí desviaron al menos 43 millones de pesos, junto con 51 empresas fantasma, a través de obras inexistentes, supuestas ayudas a personas fallecidas o a las que hasta les robaron su identidad (MCCI).
José Santos falleció en octubre de 2016 y, después de muerto, mandó una carta a finales de noviembre para pedir despensas para su comunidad. El 7 de diciembre los diputados le aprobaron 400 apoyos y doce días después agradeció su generosidad por escrito, aunque murió 72 días antes. La supuesta ayuda la entregó una empresa, también fantasma, pero que sí cobró.
Segundo, los gobernadores y el dinero prófugo. A los 32 gobiernos estatales se les perdieron 80 mil
153 millones de pesos de la Cuenta Pública 2016, que deben encontrar o explicarle a la Auditoría Superior de la Federación a dónde fue a parar el recurso (COPARMEX, 2018).
Los tres estados que más dinero prófugo tienen son Veracruz, en donde deben justificar 18 mil 314 millones de pesos (mdp); Chihuahua, que tiene 11 mil 268 mdp perdidos y Nuevo León, con siete mil
735 mdp.
Tercero, no paran de sorprendernos. El Gobierno de Peña Nieto tomó en secreto 240 mil millones de pesos de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para tener ingresos extra de 2013 a 2015, que sólo etiquetaron en el rubro “Otros” y sin especificar cómo se lo gastaron (HuffPost, 11/01/2017).
Al tomar esos recursos, no sólo los utilizaron de manera discrecional, sino que también afectaron el patrimonio nacional en Pemex y CFE, descapitalizándolas y poniéndolas en más riesgo, a pesar de la importancia que tienen para la economía del país.
El dinero público que “se pierde” nos perjudica a todos porque se podría destinar a combatir la pobreza, a generar empleos o en salud. Debemos exigir el buen manejo de los recursos, que se transparenten y que rindan cuentas porque al final los más afectados somos los ciudadanos, especialmente, quienes menos tienen.