Estado de México es segundo entre los más corruptos: Inegi
De acuerdo con cifras obtenidas por el instituto en 2017, los trámites “irregulares” del orden estatal se encuentran por encima de los federales y municipales en la prevalencia de esta situación
El Estado de México figura en segundo lugar, detrás de la Ciudad de México, en la prevalencia de actos de corrupción contra unidades económicas, donde en 11 de cada 100 de ellas se presentaron esos casos, además de que tanto la entidad mexiquense como la vecina entidad aparecen entre los seis estados en los que los ciudadanos también son víctimas de hechos corruptos. Lo anterior, de acuerdo con cifras del INEGI de 2017, a propósito del Día Internacional contra la Corrupción (9 de diciembre), con datos provenientes de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental, la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en Empresas, la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE), el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública, y Sistema Penitenciario Estatales y el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales. El documento refiere que a nivel nacional, 14.6 por ciento de la población adulta en contacto con algún servidor público experimentó ciertas situaciones relacionadas con actos de corrupción.
El Estado de México figura en segundo lugar, detrás de la Ciudad de México, en la prevalencia de actos de corrupción contra unidades económicas, donde en 11 de cada 100 de ellas se presentaron esos casos, además de que tanto la entidad mexiquense como la vecina entidad aparecen entre los seis estados en los que los ciudadanos también son víctimas de hechos corruptos.
Lo anterior, de acuerdo con cifras del INEGI de 2017, a propósito del Día Internacional contra la Corrupción (9 de diciembre), con datos provenientes de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en Empresas (ENCRIGE), la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE), el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública, y Sistema Penitenciario Estatales y el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales.
Por un lado, en el documento el citado instituto refiere que a nivel nacional, 14.6 por ciento de la población adulta en contacto con algún servidor público experimentó algún acto de corrupción, mientras que 5.4 por ciento de los establecimientos fueron víctimas de hechos corruptos.
Según la definición, “la corrupción puede ser definida como: el abuso de cualquier posición de poder, pública o privada con el objetivo de generar un beneficio indebido a costa del bienestar colectivo o individual” y “puede presentarse a grande o pequeña escala”.
Los datos arrojados por las encuestas establecieron que “más de la mitad de la población adulta considera que es uno de los principales problemas que enfrenta el país, solo por debajo del tema de inseguridad y la delincuencia, además de que se ha acrecentado en los últimos años”, de ahí la relevancia del fenómeno.
De hecho, durante 2017 “nueve de cada 10 adultos residentes de áreas urbanas consideraron que la corrupción es una práctica frecuente entre los empleados del gobierno estatal, quienes buscan obtener beneficios personales como dinero, regalos o favores por la provisión de algún bien o servicio”.
En este sentido y en el caso particular del Estado de México, se tuvo que 15.9 por ciento de la población fue víctima de actos corruptos. La Ciudad de México arrojó 20.1 por ciento.
“Al distinguir los trámites de acuerdo con el nivel de gobierno se pudo identificar que, entre la población, las mayores prevalencias de corrupción se presentaron al realizar trámites o tener contacto con autoridades del ámbito estatal, en comparación con los trámites federales o municipales, siendo los trámites relacionados con la propiedad y los vehiculares los más altos, con 30.7 y 17.8 por ciento, respectivamente.”, se destacó en el estudio.
Por otro lado, en cuanto a la corrupción en las unidades económicas, el análisis del INEGI resaltó que “estas fueron más susceptibles de ser víctimas de corrupción al solicitar algún trámite o permiso federal o municipal, necesario para su operación, tales como una licencia o permiso de construcción o de uso de suelo, un permiso para importar o exportar, o en la atención de alguna inspección requerida por parte de una autoridad”.
El Estado de México tuvo 9.9 de cada 100 unidades con casos de corrupción, colocándose en el segundo lugar.
De acuerdo con la Secretaría de la Función Pública la corrupción “consiste en el abuso del poder para beneficio propio. Puede clasificarse en corrupción a gran escala, menor y política, según la cantidad de fondos perdidos y el sector en el que se produzca”.
Refiere que la corrupcióna granescala consiste en actos cometidos en los niveles más altos del gobierno que involucran la distorsión de políticas o de funciones centrales del Estado, y que permiten a los líderes beneficiarse a expensas del bien común
La de actos de corrupción menores: en el abuso cotidiano de poder por funcionarios públicos de bajo y mediano rango al interactuar con ciudadanos comunes, quienes a menudo intentan acceder a bienes y servicios básicos en ámbitos como hospitales, escuelas, departamentos de policía y otros organismos.
Dentro de la clasificación, la corrupción política, refiere, es la manipulación de políticas, instituciones y normas de procedimiento en la asignación de recursos y financiamiento por parte de los responsables de las decisiones políticas, quienes se abusan de su posición para conservar su poder, estatus y patrimonio.
Es considerada un abuso del poder para obtener un beneficio propio.