Arturo Argente
Oportunidades de la oposición en México
México esta atestiguando un “tsunami político” con el triunfo obtenido por Morena en el que se pone fin a la hegemonía del PRI y PAN después de 70 años de transición. La molestia de un pueblo fue manifiesta ante el rotundo triunfo de López Obrador.
Este triunfo se traduce en un país que, ante la corrupción e ineficiencia de su clase gobernante, demandaron a gritos un cam- bio. El hartazgo y el enojo al sistema encabezado por Enrique Peña Nieto pudieron despertar a un pueblo que parecía dormido. La victoria de López Obrador pone “en la lona”, a nivel nacional, a la estructura tradicional de partidos de México dejando un camino incierto al PRI, PAN y PRD.
Entre muchos dirigentes del denominado viejo PRI cunde la preocupación de que, de no lograr una transición rápida en el poder del partido, la estructura se pueda ver absorbida por el ascenso de Morena.
El futuro de la derecha tampoco es nada halagüeño. El PAN se ve ahora envuelto en una escisión profunda que agudiza su dolorosa caída.
El PRD es un verdadero “desastre político institucional” donde la carencia de un liderazgo eficiente se hace cada día más palpable y sus tribus se ven cada vez más débiles y desorganizadas.
Hoy la oposición en México se encuentra arrinconada y devaluada con la loza de un desprestigio y déficit político que llena de pesimismo a sus respectivas estructuras y que dan la imagen de carecer de la ca- pacidad de adecuar una reforma interna que sacuda los viejos vicios que los llevaron a encarar una derrota nunca antes vista.
Es momento de abrirle espacios a la creatividad y realizar una verdadera” autocrítica” hacía las constantes fallas que los llevó a enfrentar sus fracasos.
Pero aún ante tanto pesimismo, la oposición se encuentra ante una coyuntura histórica que le puede permitir volver a sus orígenes y ponerse al servicio de la gente. Se presenta la gran oportunidad de que cada partido se reconstruya sobre bases nuevas y plantear un nuevo pacto fundacional político, social y ciudadano sobre el cimiento de la soberanía, la justicia, la igualdad y la solidaridad. Es necesario abrir los espacios para que se realice un amplio debate de ideas entre las huestesde cada partido y le den dirección y forma a la nueva oposición de esta nación.
¿Puede ser la crisis un momento oportuno para arriesgar?
No se puede pretender que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.
El PRD es un verdadero “desastre político institucional”