El elefante mañoso y reumático de AMLO
EN ESTA ADMINISTRACION hay conciencia respecto a la difícil situación que enfrentan los pequeños productores del campo, pese a su nodal rol en el abasto de alimentos a nuestra mesa.
Debido a la pobreza, es común el abandono del campo por los jóvenes, y en el tiempo la participación del sector primario en el PIB ha caído.
SADER de Víctor Villalobos
trae la consigna de mejorar ese entorno. Incluso se formó una subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria a cargo de Víctor Suárez y está SEGALMEX que lleva Héctor Ovalle fruto de Diconsa-Liconsa.
Hay mucho por hacer para que la situación en el campo mejore y sobre todo el estatus de los campesinos más modestos.
Con esa orientación la Federación Mexicana de Lechería (FEMELECHE) que preside Vicente Gómez Cobo no ha quitado el dedo del renglón para impulsar las cooperativas de productores primarios, similares a las que funcionan con tanto éxito en Europa e incluso en la India con Amul Dairy.
Aquí más que una cooperativa, estas sociedades operarían como “Empresa de Servicio al Costo” y la idea es que vía ese vehículo por ejemplo los lecheros que producen sólo 300 litros diarios se asocien para sumar frutos y evadir el “coyotaje”.
Sin embargo se requiere el cambio de los artículos 74 y 180 de la Ley del ISR que se modificaron en 2014 con Luis Videgaray
como titular de la SHCP, mismos que inhiben para el productor primario de los beneficios del proceso de transformación.
El actual régimen, se estima, desincentiva la formalización de la cadena, sentido opuesto a lo que se requiere para fortalecer al campo.
El jueves de la semana pasada, Gómez Cobo y algunos productores de leche se reunieron con Margarita Ríos-Farjat titular del SAT para plantearle la nece
sidad que tienen de una mejora al régimen fiscal que facilite la asociación, y con ello la posibilidad de mejorar su rentabilidad.
Las gestiones de la FEMELECHE que por cierto apoya el CNA de Bosco de la Vega no son nuevas. Ya había un buen grado de avance en el sexenio pasado con la SHCP de José Antonio González Anaya y ECONOMIA de
Ildefonso Guajardo.
Participa ECONOMIA porque, aunque sea difícil de entender, el responsable del abasto de la comida no es SADER sino esa dependencia, y en particular la subsecretaría de Industria que lleva
Ernesto Acevedo, con quien ya se platicó también.
Más allá del aval de SADER, la última palabra la tendrá el SAT y claro está la SHCP de Carlos Urzúa.
Si se quieren tener resultados para el 2020, el tiempo apremia puesto que la nueva Ley de Ingresos deberá estar lista en julio o más tardar agosto.
Los productores de leche también han cabildeado con diputados y senadores de las comisiones involucradas para dar un primer paso en la mejora de su actual estatus, sin considerar el expediente del crédito que también debe mejorar, ya que hoy sólo acceden al mismo un 10% de los campesinos.
Habrá que ver si ahora sí cuajan las intenciones.
+++ ADEMÁS DEL IMPACTO a la actividad exportadora en los rubros que utilizan los servicios de KCSM de José Zozaya y FERROMEX de Germán Larrea, la CANAINTRA de NL que preside Adrián Sada Cueva estima que el costo del alza de tarifas del ferrocarril en vigor desde el 30 de abril significará para sus socios un impacto de entre 450 y 725 mdp anuales. Y es que ambas compañías aumentaron entre 3% y 7% en promedio su costo. Le adelantaba que CONCAMIN de Francisco Cervantes ya gestiona con las autoridades el restablecimiento del subsidio fiscal al diésel. El lunes el dirigente junto con Felipe de Javier Peña Dueñas presidente de la Comisión de Transportes de la confederación enviaron una carta a Rocío Nahle titular de SENER. Le externan la preocupación que hay en la industria por la exclusión del acreditamiento del IEPS al diésel y se pide su restitución, dado que los trenes “están trasladando directamente a los usuarios el impacto”. Como le platicaba la industria también exige mesas de diálogo para dividir el golpe.
+++ RESULTA QUE LA siderúrgica Ternium de Máximo Vedoya y Siemens de Juan Ignacio Díaz no lograron salirse con la suya para que el caso de Karla Beatriz Castro Delgado se radicara en Monterrey y en el ámbito laboral. Un tribunal declaró ayer infundado el recurso y se ratificó como instancia competente al juez vigésimo séptimo de lo civil para desahogar la demanda existente. Ambas multinacionales buscan eludir su responsabilidad por negligencia en el accidente que le ocasionó a la profesional serias quemaduras en el pie derecho y pierna izquierda cuando colaboraba en Ternium en su planta en San Nicolás de los Garza. La afectada es representada por el abogado Luis Cervantes. Así que camina la justicia.
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EL LUNES MOODY’S de Alberto Jones se refirió a la baja recaudación impositiva de este 2019. Ayer en un foro de Fitch hubo también cuestionamientos al respecto por James McCormack cabeza de soberanos de la calificadora. Aunque el subsecretario Arturo Herrera se refirió a la línea de crédito con el FMI y las reservas como “chalecos antibalas”, debió aceptar que no hay recursos públicos suficientes para enfrentar la situación de PEMEX. Desde el arranque del sexenio era evidente la necesidad de una reforma fiscal. Los expertos lo exigían. Al final el presidente Andrés Manuel López Obrador lo descartó. También se redujo la carga en la frontera. En los próximos meses esas decisiones tendrán sus costos.
Para crecer a 4 por ciento anual, es indispensable aumentar la inversión.
jueves pasado el sector privado y el gobierno federal firmaron un “Acuerdo para promover la inversión y el desarrollo incluyente”. Según la RAE, acuerdo es “conformidad o armonía entre personas o aceptación de una situación”.
Nada más lejos de lo que pasó en El Club de Industriales con la presencia de organizaciones de la IP como el Consejo Mexicano de Negocios y el poderoso Consejo Coordinador Empresarial. Este último (que concentra a otros 12 organismos), desde su llegada a la presidencia hace tres meses de Carlos Salazar, enarbola el aumento de la inversión como la palanca más poderosa de crecimiento. Si crecemos el mismo porcentaje del PIB cada año (entre 1 y 2 por ciento) es porque se invierte el mismo porcentaje cada año.
La inversión total (en los últimos sexenios) equivale a 20 por ciento del PIB; de ese total, 17.5 por ciento corresponde al sector privado y 2.5 por ciento al gobierno.
“Llevamos sexenios con la misma inversión; los empresarios invertimos lo mismo desde que se implementó el TLCAN. Antes era de 15 por ciento. Invertimos poco y el gobierno cada vez invierte menos”, dijo Salazar hace unos días en el evento del Americas Society/Council of the Americas.
Según el CCE, para crecer a 4 por ciento anual es necesario aumentar la inversión: pasar de ese 20 para llegar a 25 por ciento del PIB.
En el acuerdo de la semana pasada, el sector privado anunció que aumentará su parte de inversión hasta llegar a 20 por ciento. Para llegar a ese 25 por ciento, el gobierno también debiera pasar de 2.8 a 5 por ciento su inversión anual. De lo que le toca a las empresas, ese incremento significa 35 mil mdd de inversión en dos años. Y si hacemos el cálculo, al gobierno le tocaría aportar en esta fórmula 8 mil 750 mdd. En ningún momento durante la firma de este acuerdo salió esta cifra, ni tampoco el Presidente (único orador del gobierno) anunció inversiones.
Me puse a comparar los discursos en el mismo evento de Carlos Salazar y del presidente Andrés Manuel López Obrador y acuerdo, lo que se dice acuerdo, solo aplicó al tema de acabar con la corrupción.
Mientras el líder del CCE hizo hincapié en “que la pobreza extrema se puede erradicar en seis años si hacemos de la ‘inversión una obsesión’, el Presidente nunca mencionó a la inversión estatal y sabemos que su eslogan es el de la ‘austeridad’.
Mientras el CCE pidió “priorizar las inversiones sobre todo en el sector energético”, ese mismo día se cancelaron las licitaciones de farmout de Pemex.
Salazar dijo que es prioritario fortalecer la infraestructura de transporte, “incluidos los aeropuertos”; el Presidente lleva días peleando contra los amparos de Santa Lucía y el NAIM.
En el cierre del discurso, entre campechano y metafórico, López Obrador se comprometió personalmente a “que juntos podamos empujar al elefante reumático y mañoso que es, a veces, el gobierno”.