La segunda temporada de
Netflix nos enseñó a ver series compulsivamente, a no parar hasta acabarlas, a consumir contenidos con ansiedad, con desesperación. Pero, vamos a decirnos la verdad, hace mucho que no encontrábamos un título que nos quitara el sueño como cuando salieron al mercado HouseOf Cards y Sense8.
Será porque de un tiempo a la fecha nos llenamos de series y de plataformas, porque una vez más volvieron a cambiar nuestros hábitos y costumbres o porque simple y sencillamente las cosas cambiaron a nivel interno en Netflix.
El caso es que yo ya extrañaba ver algo que no pudiera soltar, que me enviciara, que me cautivara de principio a fin hasta que tuve el privilegio de ver la temporada dos de Dark. Como usted sabe, Dark es una obra maestra de la televisión europea, la primera producción original de Netflix en Alemania, un concepto que se estrenó en 2017 y que enloqueció de felicidad a las audiencias de los cinco continentes. ¿Por qué? Porque habla de una de las obsesiones más grandes y menos explotadas por el mundo del espectáculo, de toda la humanidad: el tiempo.
No le voy a dar detalles para no arruinarle la experiencia, pero lo que Dark nos dio cuando la conocimos no nos lo había dado nadie. Era entretenimiento puro, adrenalina. Pero también era inteligencia, filosofía, poesía, terror. A muchísimas personas nos fascinó por la profundidad de sus textos. A otras porque las hacía participar, tratar de adivinar lo que estaba pasando. Era fabulosa, inolvidable. Tanto, que no faltó quién la etiquetara como un StrangerThings para adultos.
Yo creo que Dark era una emisión dentro de aquella famosísima tendencia que vimos con TheLet
fovers,Glitch,Resurrection,The Returned,LesReventants Between. ¿Se acuerda?
De lo que se trataba era, primero, de descubrir qué había pasado con la misteriosa desaparición de ciertos personajes y, segundo, acompañar a los que se quedaron, entender su sufrimiento, imaginar un final. La diferencia es que Dark estaba hecha desde la perspectiva alemana y ese tono tan duro, con esas situaciones tan desgarradoras,
yy con aquellas reflexiones tan maravillosas, hicieron que esa serie se volviera de culto.
¿Cuál es la nota? Que mañana viernes 21 de junio se va a estrenar, a nivel mundial, la segunda temporada de esta joya y que no verla sería un error. ¿Me creería si le dijera que la temporada dos de Dark no solo es tan buena como la uno sino que la supera?
Sí, los responsables de esta propuesta mejoraron lo inmejorable y cuando usted, como yo, pueda mirar esos capítulos no los va a poder soltar hasta acabar. Se lo garantizo. Es de no creerse la sabiduría de los escritores, directores y productores de Dark para darle continuidad a algo tan complicado de sostener. Y las actuaciones son espléndidas. Uno en verdad disfruta de este espectáculo que, además, nos pega en el alma por mil y un razones.
Se lo estoy avisando con un día de anticipación para que lo apunte en su agenda. Luche por ver a partir de mañana la segunda temporada de Dark por Netflix. Le va a encantar. Y si ya se le olvidó o no ha visto la uno. ¿Qué está esperando? Repase ese material cuanto antes. Le juro que no se arrepentirá. ¡Se lo juro!