SE COMENTA
Que
ahora con la “fiebre del Fefom”, quedó de manifiesto las consecuencias de la necedad del Presidente municipal de Santiago Tianguistenco, Alfredo Baltazar, a quien le urgía lucir obras para ganarse el aplauso y para ello presionó por las buenas y las malas a los integrantes de su cabildo a fin de que se las aprobaran.
Sin embargo, ante el escrutinio estatal, nueve de esos proyectos fueron rechazados por no cumplir con los requisitos técnicos mínimos, amén de que no atinó a explicar los costos. Puras vergüenzas, con el alcalde.
Que
por cierto, en caso de Ecatepec, como otros 31 municipios, tiene un tratamiento especial en el Fefom por el tema de sus deudas, pues parte de los recursos asignados es usado para pagar pasivos. Sin embargo, es de las demarcaciones a las que les fue aprobado el 100 por ciento de sus proyectos, por plantearlos adecuadamente, en tiempo y forma.
Que
el Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México, que encabeza Laura González, siguen con una agenda hasta el tope: ayer la lideresa del CCEM se reunió con el Secretario de Justicia del Estado de México, Rodrigo Espeleta, para seguir empujando la simplificación administrativa y así hacer a la entidad más atractiva a la inversión. Además tuvo un encuentro con el Procurador del Medio Ambiente a fin de analizar cómo las empresas pueden contribuir con el mejoramiento ambiental. Esas son pilas.
Que
es increíble la capacidad de un pequeño grupo de almoloyenses, unos cien, para afectar la actividad cotidiana de la capital mexiquense. Ayer lo volvieron a hacer con un nuevo bloqueo para la muy artificial exigencia de que el poblado de San Francisco Tlalcilalcalpan se convierta en municipio.
Los toluqueños “pagan el pato” de esa grilla local, probablemente contra el alcalde de Almoloya de Juárez, Luis Maya Doro. ¿Podrá la secretaría General de Gobierno, encabezada por Alejandro Ozuna, poner orden en ese asunto?