El momento de Claudia Sheinbaum
Estamos en anaranjado. Eso dice desde hoy el semáforo de Ciudad de México que vivirá en los próximos días y semanas una de las partes más complicadas de la pandemia: desconfinar con orden y control en esta megalópolis.
Comenzará el camino a la reapertura rodeadodeestadosenrojo,cosaquecomplica más las cosas por la interdependencia entre la ciudad y los municipios aledaños sobre todo de Estado de México.
El virus, como es lógico por el tamaño de la ciudad, pegó con todo en la capital y las zonas aledañas. Y por lo mismo, también pegó en serio a la economía de sus habitantes.
Desde hace semanas, la jefa de Gobierno se ha separado en muchas de las instrucciones y conceptos que emanaron en estos meses de la conferencia de las 19 horas, desde el tapabocas a las pruebas.
La jefa de Gobierno ha anunciado una serie de disposiciones para recuperar poco a poco las actividades que implica, por una parte, sí, la responsabilidad de ciudadanos y empresarios, pero por otra la capacidad de supervisión del gobierno para que estas reglas se cumplan. Y tal vez este sea uno de los mayores retos, la capacidad institucional para controlar el cumplimiento de los límites que se han mandatado para que comercios y empresas vuelvan a operar.
En la ciudad, y en buena parte del país, desde siempre, la relación entre ciudadanos, comerciantes o empresarios y los supervisores gubernamentales ha sido una relación llena de corrupciones e ineficiencias.
Pero hoy, que esos límites y mandatos funcionen son clave para que la ciudad siga conteniendo el número de hospitalizaciones diarias. Es un reto que por su complejidad —las facultades de alcaldías, gobierno central, en algunas cosas el federal—pareceuncomplicadísimolaberinto.
Al mismo tiempo, la economía de la ciudad está urgida de actividad frente al desastre y por eso ha anunciado un plan ambicioso de reactivación. Lo hará, lo haremos los que aquí vivimos, después de una semana con sismo y el atentado contra Omar García Harfuch, el jefe de la seguridad en la ciudad.
Vaya momento para Sheinbaum. Pero en la grilla y polarización diaria de sus copartidiarios podría resultar la gran ganona si en unos meses volteamos ver lo que pasó aquí y resultó mejor que lo que algunos (en secreto) esperan.
La economía de CdMx está urgida de actividad frente al desastre