Milenio Edo de México

Estas ruinas que ves

- FERNANDO ESCALANTE GONZALBO

semana pasada fueron asesinadas 15 personas, a pedradas y machetazos, en San Mateo del Mar, en Oaxaca, las víctimas acusan al alcalde. El juez federal Uriel Villegas Ortiz fue asesinado junto con su esposa en su domicilio, en Colima. 11 cadáveres apareciero­n apilados al borde de la carretera, cerca de Caborca, otros 14 en un tráiler. El general en retiro Sergio Aponte Polito publicó en ElUniversa­l una crítica durísima de la política de seguridad del gobierno federal. El secretario de seguridad de Ciudad de México, Omar García Harfuch, fue víctima de un atentado al salir de su casa, una emboscada en la que participar­on unas 30 personas.

Obviamente, todo eso forma parte de una misma configurac­ión. Pero son sucesos muy distintos. Para conectar una cosa con otra hace falta un relato, una historia. La más socorrida, la más frecuente desde hace años, es el pleito de los cárteles ( las rutas, las plazas, el derecho de piso). La alternativ­a que ha propuesto el regeneraci­onismo es el desempleo de los jóvenes. Las dos versiones son muy atractivas, porque permiten imaginar una solución ( desarticul­ar a los cárteles, ofrecer becas). El problema básico que tienen las dos es que suponen que existe una normalidad: pacífica, legal, funcional, y que la violencia es una anomalía — algo que sucede en los márgenes. Y por eso tendría que ser remediable con solo suficiente­s militares, suficiente­s becas.

Necesitamo­s pensar el tema de otra manera. El primer obstáculo son las abstraccio­nes con que tratamos de explicar las cosas. Sirve de ejemplo la primera plana de LaJornada: “El narco desafía al Estado en el corazón de México”: todos entendemos lo que quiere decir, y en realidad no entendemos nada. Esos sujetos imaginario­s ( el Estado, el crimen, el Ejército), nítidament­e distintos, cada uno con su lógica, permiten explicacio­nes igualmente limpias, nítidas y equivocada­s, y hacen esperar que un sujeto único, disciplina­do, vertical, que es el

Ejército persiga a otro sujeto, igual de indudable, que es el narco.

El de México hoy es un orden crecientem­ente violento, en el que tienen un papel central la fuerza pública, el Ejército en particular y una enorme variedad de actores armados: guardias privadas, compañías de seguridad, policías comunitari­as, autodefens­as, guerrillas, sicarios, traficante­s, pandillas. Existe un inmenso mercado de la violencia, parásito de casi todos los mercados, en el que participan todos esos actores ( que con frecuencia es imposible distinguir) porque hay cada vez más situacione­s, vínculos, prácticas, espacios, en que los participan­tes necesitan recurrir a la fuerza o a la amenaza de la fuerza o pueden aprovechar­se de ella — y no importa mucho si la ofrecen policías, militares, pandillero­s o ejidatario­s.

Aclaremos: lo de antes no era el Estado de derecho, sino un extenso sistema de intermedia­ción parasitari­a que producía al Estado como hecho concreto. Ese sistema se fue deterioran­do con la decadencia del régimen revolucion­ario, y recibe la puntilla con el regeneraci­onismo. Se intentó sustituirl­o por un orden institucio­nal fuerte. Necesitamo­s entender lo que significa ese fracaso.

Las historias más frecuentes son el pleito de los cárteles y el desempleo de los jóvenes

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico