Castigan firmas discurso de odio
Los anuncios de más de 400 marcas, incluidas Coca-Cola y Puma, desaparecerán de Facebook, después del fracaso de las conversaciones de última hora para detener un boicot sobre los discursos de odio en el sitio. Grupos de derechos civiles de EU han acudido a las multinacionales para que los ayuden a presionar a Facebook a tomar medidas concretas para bloquear el discurso de odio. Reuters dijo que ejecutivos de Facebook tuvieron reuniones con anunciantes el martes, pero no les dieron detalles sobre cómo abordarán el tema. así como con el de sus propios empleados.
Mark Zuckerberg, el director ejecutivo de Facebook, tiene experiencia en lo que respecta a soportar las controversias. Los críticos dicen que los esfuerzos de la compañía para enmendarse han sido, hasta ahora, en gran medida cosméticos, con puras palabras vacías respecto a una reforma mientras tratan de proteger su modelo de negocio que se impulsa por la publicidad. Su reciente “anteproyecto” sobre la regulación del contenido carece de sustancia. Zuckerberg, el viernes pasado, prometió realizar más cambios, incluido el hecho de que Facebook va a agregar etiquetas a determinadas publicaciones.
Es poco probable que esto sea suficiente. Se va a necesitar un cambio más fundamental, incluyendo permitir a los especialistas de mercadotecnia tener un mejor control del lugar dónde se coloca su publicidad. El boicot agrega combustible a las llamadas para que los algoritmos que controlan el contenido estén abiertos al escrutinio.
La asimetría de la información desde hace mucho tiempo ha sido la ventaja de las plataformas digitales; saben cómo funcionan los algoritmos y cómo fueron diseñados para tener beneficios. Bruselas sugirió acertadamente la apertura de algoritmos para auditar. Una mayor transparencia reduciría las utilidades de las plataformas, así como su ventaja, pero puede ser la única forma de que conserven los volúmenes publicitarios. Y, como Zuckerberg está descubriendo con costos para él, las empresas no se sienten con la obligación de gastar sus dólares de publicidad en Facebook.