Ancestral. Prevalece la larga tradición del maguey pulquero
Si el tlachiquero o extractor del aguamiel toca el maguey con las manos grasosas o alguna otra sustancia como insecticida, gasolina o cloro la planta morirá por lo sensible de su membrana
La enseñanza dice que una mata morirá si el tlachiquero o extractor del aguamiel la toca con las manos grasosas, por lo sensible de su membrana; en la comunidad de Acazulco, en Ocoyoacac, productores de pulque trabajan largas jornadas para obtener el elixir.
Entre las 216 leyes y códigos vigentes que existen en el Estado de México está una norma poco conocida, que protege y fomenta el cultivo del maguey para que desarrolle todo su potencial en la producción de fibras, mieles, jarabes vestido, calzado, papel, medicina, construcción, instrumento agrícola y para hacer pulque y mezcal.
Esta es una de las leyes más pequeñas de la entidad, con sólo 25 artículos. Su objetivo es proteger la planta para que llegue a los primeros nueve años de edad y evitar que sea sacrificada antes de este plazo para obtener gusanos con alto valor culinario, porque ello causa la muerte de los magueyes.
Por esa razón, la 58 Legislatura aprobó la Ley para la Protección del Maguey en 2014, donde establece la obligación de impulsar esta actividad y fortalecer las organizaciones de agricultores y productores de un cultivo que tiende a desaparecer.
Con ella se obligó a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario a conformar y presidir el Consejo del Maguey, con el fin de fomentar la investigación del agave, apoyar los productores, conformar un registro de agricultores, llevar un control estadístico del cultivo, fomentar el cultivo de gusanos, fortalecer la comercialización, llevar cabo foros, entre otras actividades.
El Consejo del Maguey tiene como finalidad incrementar la calidad y productividad. En él están asociaciones, funcionarios, que se reunirán cuando menos dos veces al año para estudiar y proteger el cultivo, así como ampliar la producción y comercialización.
Se establecen inspecciones para verificar que se cumpla con el cuidado del maguey, evitar plagas, enfermedades fitosanitarias: además se mandata a promover campañas de difusión que propicien el concepto de mexicanidad asociado con el agave sin hacer apología al alcoholismo.
La plaga de “El Picudo”
Andrea Hernández García, presidenta de la Unión Regional de Magueyeros del Valle Teotihuacan informó que actualmente la principal amenaza a la planta de maguey es la plaga de “El Picudo”, que desde hace casi 7 años ataca las plantaciones de este producto endémico de México, y reconoció que con el apoyo del Gobierno del Estado de México, los productores han podido combatirla.
En entrevista con Milenio
Estado de México, informó que hace cuatro años el maguey estuvo en peligro de extinción por los robos de quienes comercian con sus hojas para la elaboración de los mixiotes, “al retirar la hoja de la planta, ésta muere de forma irremediable”.
Señaló que ahora con la plaga “El Picudo”, que es un animalito que penetra la piña del maguey, se han estado teniendo muchas pérdidas, pues inicialmente emplearon un veneno denominado malatión, que ha dejado de usarse porque es tóxico. “Por recomendación de los tequileros del estado de Jalisco, ahora hemos estado colocando trampeos con feromona, para exterminar a “El Picudo”, y no dañar a las plantas”.
“Siempre hemos contado con el respaldo del Gobierno del Estado de México, no nos han dejado solos, y nos han estado dando seguimiento para apoyarnos con el control de esta plaga, que a últimas fechas no solo ataca a las plantas adultas, sino también a las pequeñas”, resaltó Andrea Hernández. Sobre las pérdidas ocasionadas por la plaga mencionó que tan solo en su parcela se perdieron mil plantas y en la de otro productor vecino en Teotihuacan, fueron 800, de dos mil 500 plantadas. Sostuvo que por ahora la venta de los productos que elaboran con la planta de maguey, se han reducido drásticamente, por la pandemia del covid-19, porque “las ferias y exposiciones de nuestros productos se cancelaron”.