UN VIAJE POR ITALIA DISNEY PIXAR ESTRENA LUCA

Una travesía fantástica por la infancia de dos monstruos y una niña

Enrico Casarosa (La luna) es el alma, y su infancia la inspiración, de esta historia que se desarrolla en los más bellos recuerdos de su propia infancia en Italia. El mar, la amistad y las aventuras se unen al secreto del protagonista, su mejor amigo –en realidad son monstruos marinos con una vida absolutamente aparte a la que se experimenta en tierra fija– y una nueva amiga terrestre. Hablamos con el director (EC) y con la productora Andrea Warren (AW) al respecto de esta cinta.

La película trata de no dejar salir al hijo del hogar seguro para mantenerlo protegido. Suena familiar, ¿no? AW. Esperamos que se sienta como ese viaje a Italia que todos queremos hacer, que por el momento no podemos; sí, es muy interesante ver cómo aterriza algo que hicimos hace tanto tiempo.

EC. Y reconocemos que estamos saliendo de esto en diferentes

Para muchos países sí es: “Empecemos ya este verano echándonos un clavado”, y en otros lados será algo que nos sostenga un rato más hasta que se pueda salir así. Sin duda, la cinta trata de conquistar los miedos, arriesgarse y perseguir lo que queremos. No es algo tan sencillo en este momento, y esperamos que sí inspire.

Enrico, ¿la película está inspirada en tu infancia?

EC. Nací siendo un pequeño monstruo marino (risa)… No, tuve la suerte de haber nacido en Génova, en la Riviera italiana, y nuestros veranos siempre eran muy especiales a la orilla del mar. Era un niño tímido cuando conocí a mi mejor amigo, Alberto. Tuvimos muchas aventuras, él me retaba a salir de mi zona de confort y empecé a hacer muchas cosas que nunca había hecho antes. Quería hablar de estas amistades que nos retan y nos hacen crecer y pensar en quiénes somos, entender que estás cerca de la otra persona, pero no eres esa persona. Queríamos hablar de eso, de esas amistades que forman nuestra vida, y que a veces dejamos atrás porque ya no estamos en el mismo lugar, pero que siempre están presentes. Nuestro deseo es que la gente salga de ver esta película y levante el teléfono para hablarle a esa persona. Ese fue el origen. Me siento honrado y orgulloso de llevar la cultura italiana al equipo y ahora a la gente que verá Luca.

Andrea, también fuiste parte

de Buscando a Nemo; animar al agua era imposible. ¿Cómo fue y cómo es ahora?

AW. La tecnología siempre está avanzando. En Pixar hacemos realidad lo que sea que sueñe un director, nuestros equipos son tan creativos y flexibles que encuentran la manera. Y aman encontrar ese estilo, como hicimos aquí: no queríamos hiperrealismo, ni capturar hasta el último detalle. Queríamos mostrar el espíritu de Italia casi como si fuera un libro de cuentos, una poesía. La idea era guiar el ojo del público hacia lo que estamos contando. Así que el reto fue quitar lo que no necesitábamos. Un splash debe parecer casi como de caricatura, no toda la masa del agua. Si ves las olas o las marcas que dejan los barcos, tienen una forma hermosa de círculo; lo que queríamos era encontrar una manera sencilla de contar esto, aunque la tecnología nos quería empujar a meter más.

Me encanta la expresión en losojosdeestospersonajes. ¿Buscaban eso?

AW. El diseño y estilo vienen del director, y lo logró de la mano del diseñador de arte. Lo que me encanta de la estética aquí es que los trazos en realidad se parecen a los dibujos que hace Enrico, en sus cuadernos vas a ver algo que va más allá de un viaje. Es casi como si estuviera desafiando la física y creando estos personajes, como el estilo de las cabezas —forma de paleta—, y con Luca y sus ojos grandes tiene un estilo que muestra su curiosidad.

EC. Eso pasa con personajes como Luca, quieres diseñar desde su corazón, por eso el personaje necesita esos ojos,. Buscamos que se tome la calidez que hay en la mano de un artista al crear y que se sienta en el personaje. En los ojos hay una increíble mezcla de colores, como si lo hubiese pintado a mano.