Lo más importante
Hay quien entiende el futbol como una constante disputa generacional, en esta discusión, casi siempre han existido tres bandos: los padres, los hijos y los nietos.
La única coincidencia entre las partes es que les gusta el futbol. Cada uno lo consume y vive a su manera, en cualquier caso, sus equipos llevan décadas existiendo, aun así, las comparaciones y reproches son constantes.
Que antes se corría menos y se jugaba más; que jugar en campos enfangados no es lo mismo que hacerlo en las alfombras de hoy; que los balones de cuero pesaban mucho cuando se mojaban, que eran hechos a mano, no sintéticos, repelentes a la lluvia, ligeros y aerodinámicos; que los botines se han vuelto zapatillas fosforescentes; que en otros tiempos no se jugaba por dinero, que hoy se paga demasiado; que Pelé fue mejor que Maradona, Maradona mejor que Messi y Messi el mejor de los tres.
Las discusiones son interminables y mientras exista el futbol, seguirán enriqueciendo la cultura futbolera. A propósito de esto y a unos días del Mundial, Piqué ha dicho que los jóvenes ya no ven futbol, que las nuevas generaciones no soportan noventa minutos de partido, que interesa más todo lo que rodea al juego: fichajes, sueldos, escándalos, camisetas, moda, tendencias, crítica, escarnio, burla y memes; que el propio juego.
Me pareció exagerada su postura, pero me hizo recordar cuando escuchábamos el futbol por la radio, sus grandes relatores nos mantenían horas pegados al transistor. Recordé también cuando mirábamos los partidos por televisión producidos con solo tres cámaras, las repeticiones eran un lujo y la transmisión no tenía distracción.
El futbol, como todos los deportes, se ha vuelto un espacio de novedades que mantienen el interés en el espectáculo. El problema llegará cuando no haya nada nuevo que enseñar y tengamos que quedarnos con lo más importante, que también es lo más antiguo: el juego.
Piqué dijo que las nuevas generaciones no soportan noventa minutos de partido