No ilusiona
Martiniano era un ingeniero industrial medianamente reconocido en su país de origen y con alguna experiencia internacional. Sus diseños de planta eran aceptables, pero nunca brillantes. Su currículum era breve, pero suficientementepotente para impresionar a los menos doctos. Las oportunidades que había tenido en reconocidas empresas lo hacían parecer un elemento deseable. Sin embargo, en ninguna había destacado.
Su escueta, pero engaños a mente notable hoja de vida, le permitía cobrar un sueldo exorbitante, muy por encima de sus capacidad es reales. A sus 59 años de edad, su objetivo inmediato era jubilarse. Quería navegar sin presiones los próximos 3 años de vida laboral y negociar un retiro digno.
Corría el 2019 y una empresa de tamaño mediano buscaba diseñar un nuevo producto, que se lanzaría en 2022. Con un presupuesto respetable, la empresa decidió buscar a un ingeniero industrial de altos vuelos. Martiniano se enteró y, sin más ánimo sobre el proyecto que el jugo so sueldo que recibiría, fingió interés. En las entrevistas se vendió bien y logró el puesto. Era el nuevo Director Técnico del proyecto más importante de la empresa.
Martiniano se tuvo que mudar de ciudad, conocía poco la empresa e ignoraba todo sobre su equipo de trabajo. La calidad de los insumos era irregular, como irregulares eran las ganas de Martiniano de estar ahí. Esto sin contar que, en el fondo y como luego se descubriría, Martiniano no era tan buen ingeniero. Bajo estas complejas condiciones inició el diseño del ansiado producto.Como era de preverse, todo fue difícil en adelante. El proceso de lanzamiento se componía de tres etapas, preestablecidas por la empresa. La primera era relativamente sencilla, así que Martiniano logró, con mucho esfuerzo, superarla con un producto bastante mediocre. Muchos ingenieros quisieron ayudarle, pero orgulloso y testarudo, decidió seguir sus propios métodos. La segunda etapa fue mucho más complicada y el producto estrella se veía cada vez más feo y menos eficiente, pero temerosos de despedirlo ante el inminente lanzamiento, prefirieron confiaren que todo mejoraría. En la tercera etapa todo era un disparate: el producto se veía mal, funcionaba peor y, sobre todo, no ilusionaba a los compradores. Des afortunadamente, ya no había vuelta atrás: se tendría que lanzar así. Todo indicaba que seríaunfracaso.
Efectivamente, a Martini ano lo apodan “El Ta ta” y el producto es unas elección nacional de fútbol. Al final del ansiado camino de lanzamiento, el equipo se ve feo, funciona mal y, ante todo, a pocos ilusiona. Son malas noticias para una industria del a que Consejosemanal._ tanto depende y tanto genera. La moraleja empresarial: contrata bien y si lo hiciste mal, corrige a tiempo. No te enamores de tu error, porque muy caro te puede resultar. Es el consejo de Mundial de tu Sala de