Cierre de instalaciones no impide comercio de carne
Se han hecho reportes al gobierno de Mineral de la Reforma; sin embargo, aún no se ha visto alguna acción para detener la distribución, mencionó uno de los trabajadores
El Rastro municipal de Pachuca continúa sin operación desde hace más de un año, debido a que el proceso de remodelación al que está siendo sometido para ser un rastro certificado como TIF (Tipo Inspección Federal) y así garantizar la mejor calidad de la carne y un mejor equipo para llevar a cabo la matanza de las cabezas de ganado dentro de sus instalaciones.
Durante este periodo de tiempo no se ha ofrecido ningún servicio, afectando al gremio de introductores y tablajeros, quienes ahora se ven en la necesidad de realizar la matanza de ganado en rastros de otros municipios.
Uno de los trabajadores del área administrativa señaló que a pesar de que las instalaciones no están en uso, hay tablajeros que acuden a las afueras del rastro municipal a realizar la venta de su carne para que sea distribuida a los diferentes mercados de la ciudad. “Es muy frecuente, vienen acá afuera de la reja y hacen su venta de puercos a otros tablajeros, vienen de matar a su cerdos en otro lado y realizan la venta acá afuera, pero no lo podemos impedir ya que a pesar de que el rastro es de Pachuca la calle ya es territorio político de Mineral de la Reforma y no tenemos autoridad afuera de la reja”, explicó.
Ante esta situación, el trabajador señaló que ya se han hecho reportes a la alcaldía de Mineral de la Reforma pero no se ha visto alguna acción para intentar detener la venta de carne en las afueras del Rastro municipal.
De igual forma, señaló que no se les puede permitir el acceso al terreno, ya que se han tenido indicaciones de que solamente pueden acceder trabajadores de la obra de remodelación o algunos trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para realizar las instalaciones del servicio de luz eléctrica.
Añadió que al momento solamente hay tres trabajadores del área administrativa dentro del rastro, “es que aquí había dos tipos de trabajadores, los administrativos que somos los municipio, ahorita somos tres; y los matanceros que pertenecen al gremio de tablajeros, que son los mismos que vienen a vender su carne acá afuera a otros tablajeros”.
A los pocos minutos llegó una camioneta llena de cerdos listos para ser llevados a las carnicerías. Una persona se acercó y comenzó a trasladar uno de los animales a otra camioneta. “Te la llevas al Benito Juárez, ya les dije que se los vas a vender a 37”, expresó uno de ellos. “37 es poco, ¿no?”, cuestiona el otro; la primera persona sacó su celular y realizó una llamada: “te lo van a pagar a 40”, agregó. Ambos se despiden y se van en sus respectivos vehículos.
La venta de carne en las afueras del rastro es muy frecuente, según señalan los trabajadores del rastro, y a pesar de que se solicitó por parte de este medio al Ayuntamiento de Mineral de la Reforma conocer sobre si las denuncias ya fueron realizadas y qué acciones pueden ser tomadas, no hubo una respuesta.