Advierte Trump “rara” oportunidad para la paz
El presidente de Estados Unidos, de visita en Jerusalén, dice que espera cambiar la situación entre los países árabes e Israel para lograr un acuerdo en Oriente Medio
El presidente estadunidense, Donald Trump, afirmó en Jerusalén que ve una “rara oportunidad” de cambiar la situación en la convergencia de intereses entre los países árabes e Israel frente al extremismo y a Irán, el nuevo “enemigo” de la Casa Blanca. Trump, que acudió ayer al Muro de las Lamentaciones en su primera visita a Israel, volvió a denunciar con virulencia el papel “desestabilizador” de Irán en la región. Aunque apenas abordó el conflicto israelí-palestino, el mandatario estadunidense dijo que espera un acuerdo de paz que no consiguió ninguno de sus predecesores, Trump se mostró confiado sobre “un nuevo esfuerzo” de paz entre las partes, aunque no explicó cómo pretende hallar una salida al conflicto de casi 70 años. “No es fácil. He oído decir que era uno de los acuerdos más difíciles de alcanzar. Pero tengo la sensación de que lo conseguiremos”, dijo Trump junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Pero las señales no son muy positivas. Hace años que la paz no parecía tan lejana como ahora y las últimas negociaciones entre Israel y los palestinos, bajo supervisión de Washington, fracasaron en abril de 2014.
Al igual que en Arabia Saudita, donde pasó dos días, Trump atacó desde Jerusalén a Irán, afirmando que debía poner fin a la “financiación, el entrenamiento y el abastecimiento mortales de los terroristas y las milicias. Para poder soñar, debemos poder estar seguros de que Irán está muy lejos de nuestras fronteras, lejos de Siria, lejos de Líbano”, declaró a su vez el presidente israelí, Reuven Rivlin. Al inicio de su visita, Trump reafirmó el “vínculo indestructible” entre EU e Israel. El inquilino de la Casa Blanca pudo vislumbrar la complejidad de la situación en Jerusalén al visitar el Santo Sepulcro, lugar santo del cristianismo, y el Muro de las Lamentaciones, el sitio más sagrado para los judíos.
Trump se convirtió así en el primer presidente de EU en funciones que visita el lugar. Ahí permaneció largo tiempo inmóvil, con la mano derecha apoyada sobre el muro y, siguiendo la tradición, colocó un trozo de papel entre las piedras. Los fieles suelen escribir oraciones o votos en los mensajes que dejan.
Su esposa y su hija, Melania e Ivanka, se dirigieron a la parte reservada a las mujeres. Cerca de ahí se extiende la Explanada de las Mezquitas (el Monte del Templo para los judíos), el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
En pocos días se cumplirán 50 años de la Guerra de los Seis Días, del 5 al 10 de junio de 1967, con la cual Israel triplicó su territorio a costa de sus vecinos árabes, incluyendo la parte este de Jerusalén, que le corresponde a los palestinos.
Mientras, Trump seguía recibiendo presión desde su país, tanto que en Israel debió pronunciarse sobre la reunión con el canciller ruso, Serguei Lavrov, en la que se lo acusó de haber revelado información clasificada. “Nunca mencioné la palabra o el nombre de Israel. Nunca lo mencioné durante la conversación”, dijo Trump tras su reunión con Netanyahu.
Mientras, el Washington Post afirmó que Trump pidió por separado a dos altos funcionarios de inteligencia negar públicamente que hubiera prueba alguna sobre una colusión de su campaña con Rusia para interferir en los comicios presidenciales de 2016.
Según el Post, Trump hizo dicha petición en marzo pasado y por separado al director Nacional de Inteligencia, Daniel Coats; y al director de la Agencia Nacional de Seguridad, Michael Rogers, instándoles a rechazar la investigación liderada por el FBI a ese respecto. Coats y Rogers rechazaron las solicitudes al considerarlas inapropiadas.