Días post electorales II
Ayer lancé la pregunta en este espacio de opinión sobre por qué la gente seguía votando por el PRI en Coahuila y Estado de México, si los antecedentes inmediatos en la administración pública nos remiten a na mala opinión sobre sus gobernantes.
Un día después alguien me sugirió la reflexión sobre el qué motiva al electorado –que sí participa- a acudir a la urna y votar por el PRI. La respuesta más lógica que encontré es por temor. Es decir, el discurso que infundió miedo de experimentar con lo desconocido o dejar en manos de quien sabe quién lo que en apariencia es nuestro, es lo que propagó la intención de votar.
Después de mi argumento, alguien más de dijo que no precisamente se teme a perder lo que se tiene o lo que se puede alcanzar, sino que las nuevas propuestas o las que se disfrazan de nuevas, aparecen como ladrón en la noche y sin previo aviso para tomar lo que no es suyo.
Hablamos de ideología política y no de cuestiones materiales, claro está. Pero si al cúmulo de situaciones y experiencias como votantes se agregan el miedo, la incertidumbre, la apatía y la desilusión, lo más probable es que o no se acuda a la votación o se tome la decisión de darle continuidad a lo que se tiene.
En el análisis post electoral por segundo día consecutivo, se muestran ya los conteos preliminares como se esperaba; con escenarios difusos sobre el fenómeno del voto y las zonas en las que se dio.
Quizá en Estado de México resulta más claro y evidente que fue el sector popular y rural quien decidió que Alfredo del Mazo saliera triunfador, y pese a las intenciones de la maestra Delfina, se demuestra que para los mexiquenses es mejor malo por conocido que bueno por conocer.
En Coahuila la situación raya en lo increíble, pero dentro de todo podría sentar precedente para incluso formular una tesis electoral del caso en el que ambos contendientes se proclaman ganadores desde el mismo día de la jornada y donde tras el primer conteo no se puedan dar por concluidas las cifras ni tampoco completar el proceso en su primera etapa.
Lo anterior ya desató el primer conflicto post electoral, que no fue como se esperaba en Edomex y encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Y es que mientras más pasan las horas, más incertidumbre hay en aquel estado.
Grupo MILENIO informó que a dos días de la elección el Instituto Electoral de Coahuila aún no puede decir quién será el próximo gobernador ya que el Programa de Resultados Electorales Preliminares da una ventaja de 1.5 por ciento al priista Miguel Riquelme, pero el panista Guillermo Anaya rechaza ese resultado pues afirma que no se han contado mil 16 actas.
El órgano electoral local argumenta que fue porque eran ilegibles, los resultados no coincidían o el acta no estaba afuera del paquete electoral. Así las cosas a 3 días de lo que fueron las votaciones.