Regalado
Mi memoria es una balsa a la deriva, pero alcanza a recordar al Frente Democrático Nacional que unió a la Corriente Democrática del PRI, al PARM, al PFCR, al PPS, al Partido Mexicano del Trabajo, al Movimiento de Acción Popular. Ah, si un Cárdenas de la é
Gil medita: 30 años después del primer asomo de un cambio político en México, todo lo llenan dos líderes de la izquierda mexicana:
Liópez y Cuauhtémoc. Cada quien se presentó tres veces a la candidatura por la Presidencia del país. Muy bonito, qué perseverantes, qué tenaces y qué necios y poco generosos con las generaciones de jóvenes. Y luego piden nuevas caras en la izquierda. De dónde, si los aplastaron a todos. Vengan los jitomates: ambos, Liópez y Cuauhtémoc, se parecen en la forma en que condujeron a su partido político: con un fuete de cacique y una máscara de político demócrata, con la pena.
A Gilga no le parece que Cárdenas sea un gran benefactor de la democracia mexicana y de Liópez, ya saben la lectora y el lector lo que opina Gilga. Así, con los ojos de plato y plata. Gamés leyó que Liópez está convencido de que 20 millones de mexicanos votarán por él en 2018. Como se dice en las tabernas: papita y a la boca. “si hemos tenido 15 o 16 millones, yo creo que más de 20 millones de mexicanos votarán por nosotros. Vamos a ganar por 10 o 15 por ciento de ventaja. Tiene que ser así porque son muy tramposos y tenemos que despegarnos”.
Así se lo dijo Liópez a René Delgado y Guadalupe Irízar en una entrevista para su periódico Reforma. “Vamos a ganar la Presidencia y la mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores”. Caracho, a esto se le llama seguridad en sí mismo. También se le puede llamar fanfarronería, pero no entremos de momento en detalles: ¿de verdad 15 puntos arriba de su más cercano rival? Que Gil recuerde, nunca ha ocurrido ese resultado desde que en México pasan elecciones limpias y competidas, pero en fon, si así lo dice Liópez, así será, no se diga más.
Segunda oportunidad
Liópez insistió en que hay quienes merecen una segunda oportunidad refiriéndose a Lino Korrodi. A pregunta expresa de los miembros de la mafia en el poder, Liópez dijo: Salinas, Fox, Calderón, Roberto Hernández, Claudio X. González. Estos no tienen perdón de Dios. Así como lo oyen, los integrantes de la mafia en el poder, directo al infierno. Oiga Liópez, ya le falla la memoria: dónde deja a Fernández de Cevallos, mju, al Maseco, ah, no, ése era de los buenos, pero eso sí: Slim, Azcárraga, Salinas Pliego, Olegario Vázquez hijo, fiuuu, de la que se salvaron ustedes, porque con Liópez no hay tu tía, da y reparte certificados de honestidad, otorga medallas de moralidad morena, en fon. 15 puntos arriba, Dios de bondad. Cuauhtémoc dice: no quelo y no quelo y que chavocha la chevecha y los dulches de Morelia, el de leche, los borrachitos. Es decir, no irá a ninguna alianza partidaria. Que para un frente amplio y opositor se requiere un programa y observar sus estrategia para el país: “Les ha faltado un programa, propuestas: unificarse en función de qué, en torno a qué”.
La memoria de Gil es una balsa a la deriva, pero alcanza aún a recordar al Frente Democrático Nacional que unió a la Corriente Democrática del PRI, al PARM, al PFCR (el ferrocarril), al PPS, al Partido Mexicano del Trabajo, al Movimiento de Acción Popular. Ah, si un Cárdenas de la época hubiera dicho, con su influencia y su peso, que ese frente valía puro sorbete. Heberto Castillo: regresa y diles cómo era el asunto. Pobre Gil, delira. Háganle como quieran, está por demás.
Muros y vallas
La Universidad Nacional Autónoma de México dio con un método para retener a los narcomenudistas que surten de droga a los jóvenes universitarios en los campos de CU: construir un muro. No hay en estas palabras de Gil una ironía ni mucho menos. Los trabajadores levantan mallas ciclónicas alrededor de Los Bigotes y el Frontón. Si no puedes controlar, aísla; si no puedes asegurar la circulación, muros y cancerberos pueden ser útiles. Los jóvenes universitarios estarán a salvo detrás de los muros. Muy bonito.
Caracho, todo es muy raro, como diría Cánovas del Castillo: No hay más alianzas que las que trazan los intereses.