Robots van por los buenos trabajos
Los avances tecnológicos han hecho que las máquinas sean cada vez más capaces de sustituirnos. La mano de obra manufacturera ha sido víctima de los robots desde hace años y podemos esperar que esta tendencia solo se acelere. De acuerdo con el consultor Warren Bennis, la fábrica del futuro tendrá solo dos empleados: un hombre y un perro. “El hombre estará ahí para darle de comer al perro. El perro estará ahí para evitar que el hombre toque las máquinas”.
Pero ahora los trabajos más dependientes de la cabeza que de las manos también están empezando a ser sustituidos por tecnología.
Muchas funciones de abogados, contadores y financieros, entre otros, están siendo cubiertas por programas de software con inteligencia artificial. El futuro para varios profesionistas se ve complicado. Múltiples estudios anticipan que millones de empleos profesionistas se perderán a causa de la automatización.
Ese panorama suena aterrador. Sin embargo, hay quienes tienen una visión optimista. Argumentan que a lo largo de la historia siempre han surgido nuevas tecnologías que destruyen empleos pero se crean otros que no solo los sustituyen, sino que los incrementan. Además, los empleos creados resultan ser en su mayoría mejor que los perdidos. Qué mejor ejemplo que la Revolución Industrial para ilustrar ese efecto de sustitución y mejoría. Dicha revolución eliminó millones de trabajos agrícolas pero creó más y mejores puestos laborales urbanos. ¿Por qué va a ser distinta la actual revolución tecnológica?
Las cifras parecen respaldar esta hipótesis. Con todo y la automatización, a la fecha no ha habido una pérdida masiva de trabajos. Al contrario. Por ejemplo, el índice de desempleo en Estados Unidos, el país que está a la vanguardia de la tecnología, es el más bajo de los últimos 15 años. En México el desempleo es el menor en una década. Si realmente las máquinas nos están quitando nuestros trabajos, ¿por qué no hay más desempleados?
Puede ser que la revolución tecnológica acabe creando más trabajos de los que destruye —aunque yo tengo mis serias dudas—, pero la pregunta clave es qué tipo de puestos laborales serán. Y todo indica que los trabajos que está sustituyendo la tecnología son los buenos y los que está creando no lo son tanto. En otras palabras, el reacomodo se está dando hacia abajo, no hacia arriba. Prueba de ello es que pese a la mayor creación de empleos los salarios de los niveles medios se han mantenido casi estáticos.
Sí, hay personas privilegiadas, sobre todo los dueños del capital, que están aprovechando los robots para mejorar su situación. Pero la clase media podría ser la gran perdedora.