Los partidos y su proceso de selección
Los partidos políticos en el estado de Hidalgo han puesto en marcha la herramienta que determina los requerimientos del proceso de selección de sus precandidatos o la descripción del puesto de los tres cargos populares: senadores, diputados federales y locales.
Desde luego, aún no ponen en orden la cronología, dejando una secuencia de la forma de aplicación de este proceso donde no suplen los instrumentos básicos y técnicos lógicamente estructurados, sólo siendo el mismo procedimiento tradicional.
Las instituciones simulan la buena voluntad, ya que existen muchos factores que no están en manos de los partidos políticos lo que hará llevar dicha simulación para engañar a la población, aunado a que los ciudadanos ya no se dejan tan fácilmente porque están hartos, fastidiados de lo mismo que los partidos políticos utilizan en cada época electoral, no tienen confianza y no ven en ellos la posibilidad de cambio.
Los ciudadanos buscan un nuevo mecanismo y una gran restauración del sistema de los partidos políticos, porque lo que hacen es mucha rotación en ese tipo de trabajo mal visto y agotador; todo esto coincide en que el problema no es el perfil del candidato, sino las mismas modalidad tradicionales de seleccionar a los candidatos.
Por ello, para saber qué métodos pueden ser útiles, deben determinar los requisitos en los cuales se arrojan las habilidades de los solicitantes del desempeño político con las masas, escogiendo a la persona adecuada para el cargo y por lo tanto, se debe seguir un estricto proceso de selección con el principio de contribución.
La dirigencia de un líder que se identifica con la gente, la evaluación de la conducta del candidato está en medir sus competencias y asegurar la congruencia entre las propuestas del partido y las necesidades de los ciudadanos. Esta selección debe iniciar con los datos personales, formaciones, aptitudes, experiencia, habilidades, competencias, características y el razonamiento del porqué pueden ser candidatos, cuál y cómo pueden promover su participación como candidato al tomar sus opciones vocacionales para servir a la ciudadanía y cómo puede ser llevado a la práctica su lucha social respecto a lo que necesitan sus correligionarios. Sin embargo, no existe ningún modelo similar sobre cómo crear el mismo mecanismo de elegir a los candidatos.
Vale mencionar que no todas las regiones deben tener un candidato con un título universitario, o ser jóvenes, adultos, mujer u hombre, lo que se marca es su perfil como luchador social y presencia dentro de la sociedad o se analiza que no es necesario que se enlace con una familia de renombre o con una tribu o grupo político que controla el poder.
De esa tensión no debe ser tampoco como recompensa de un fracaso o exitoso trabajo político o pago de factura de algunos de los políticos que están en el círculo de la élite. El requerimiento de la gente es un concepto que adopta una renovación en el sistema estratégico de seleccionar a los candidatos alcanzando una expresión favorable, que sea el proceso aplicado y reconocido de ir por la ciudadanía a identificar una posibilidad real de incidir en la representación ciudadana en la toma de decisiones.
En este sentido, la reflexión de los partidos políticos entendida como la visón negativa, las formas de hacer política y acercarse a la población, se constituye como el punto frágil de los partidos políticos sobre el cual es imposible construir una perspectiva útil para cualquier desarrollo de los procesos que favorecen a la ciudadanía.
Los partidos políticos reincorporan el papel de origen como un órgano de servir a la gente y pertinentes como eje rector de desarrollo y planeación de un estado de derecho. Para tal efecto, es necesario definir y entender que no habrá construcción verdadera de la participación ciudadana mientras el proceso de selección de los candidatos depende de intereses de las dirigencias de los partidos y la forma de negociar entre ellos mismos, excluyendo a ciertos números de factores sociales que se involucran y forman una estrategia de interrelación, en la cual, los ciudadanos legitiman los actos de los partidos. Con base a lo anterior, es necesario identificar que el abstencionismo ha sido como siempre, el gran ganador de manera negativa contra el sistema partidista y la política electoral.m