Frente y frentazo
Si un sobrino de Peña, un Quique Le Bon, fuera una voz definitiva en el PRI, ordenara y desordenara, el espacio público ardería en cine, radio y televisión, o como se diga, pero si Andy, hijo de Liópez, da órdenes en Morena, hace y deshace en el partido,
Si nuestros políticos fueran más o menos cultos, habrían oído esta frase: “Mañana en la batalla piensa en mí”, el mensaje de Ricardo III de Shakespeare en el último acto, cuando los espectros visitan los sueños de los contendientes en la batalla final, Ricardo y Richmond, el fantasma de Enrique VI susurra al rey: “Cuando yo era mortal, mi ungido cuerpo fue atravesado por tu saña mortal”. El espectro de Clarence amenaza: “Mañana en la batalla piensa en mí, y que tu espada caiga inerte. Desespérate y muere”.
Sí, sí, Gilga ya sabe. La lectora y el lector ríen a carcajadas: un político mexicano, o incluso latinoamericano, nunca se referiría así a una escena de la vida pública, nuestros conflictos son vulgares, de ínfima calidad, de baja estofa, por eso en la Asamblea Legislativa se empujan, dan pellizcos, avientan escupitajos. Los legisladores de Morena querían hacerse de la Mesa Directiva y empezó el mercado a ofrecer sus productos, pero antes el PRD se les adelantó y tomó la mesa muy de mañana y empezó el desmadre.
Algo hizo bien Mancera: salirle al paso a las órdenes que Liópez le da a sus legisladores. La ciudad es muy importante para
Liópez, quizá fundamental. Por cierto y cierta: si un sobrino de Peña Nieto, un
Quique Le Bon, fuera una voz definitiva en el PRI, ordenara y desordenara, el espacio público ardería en cine, radio y televisión, o como se diga. Ah, pero si Andy, el hijo de Liópez, da órdenes en Morena, se entrevista con candidatos, hace y deshace en el partido, a todo mundo le parece natural, el nepotismo no existe en la izquierda, o como se llame. Es que de veras.
De frente
A veces Gil rinde la plaza. Los trabajos para la construcción de la candidatura del Frente Ciudadano por México parecen desmoronarse. Moronas y moronas. El Joven Maravilla no da su mano a torcer: echó a Margarita sin ofrecerle nada y ahora desoye las opiniones poco afines y trabaja para que la elección del candidato del frente no sea abierta. ¡Santas elecciones abiertas, Batman! ¿Te imaginas lo que podría significar para nosotros, Batman? Sí, Joven Maravilla, como el día en que el Guasón tomó Ciudad Gótica.
Miguel Ángel Mancera ha dicho que “no se puede permitir un dedazo” en la elección del candidato a la presidencia del frente: “La única propuesta real para hacer un cambio de régimen, ningún otro proyecto habla de cambiar el presidencialismo que está agotado”. En fon, Mancera le ha tocado de nuevo el corazón al frente, todo se oscurece. Pablo Hiriart ha escrito que mientras todas estas dudas transitan hacia la negociación del frente, Liópez camina hacia la Presidencia. Tiene razón: están viendo y no ven. Es que de veras.
Yo Claudia
Gil lo leyó en su periódico El Financiero. Claudia Sheinbaum incumplió su compromiso de transparentar el caso del colegio Rébsamen, donde murieron 26 personas, 19 de ellas niños, sí niños. La funcionaria de Morena afirma que todo lo que se sabe del inmueble es “información clasificada”. Ajá; clasificada. ¡Nuclear, Jacobo, nuclear!
Por angas y mangas, la delegada de Tlalpan se negó a mostrar documentos con todo lo relacionado al edificio de la escuela. La jefa delegacional afirma que la ley la protege. No se puede mostrar el expediente, pues hay una investigación en curso. Existen documentos muy importantes, oiga usted: la licencia de construcción del inmueble, los permisos para la edificación, los documentos relacionados con el uso del suelo, la constancia de seguridad estructural. Todos estos papeles se encuentran bajo resguardo.
Según la nota de David Saúl Vela en su periódico El Financiero, la delegada de Tlalpan ha salido una sola vez a explicar las anomalías detectadas en su administración. Gil se pregunta un poco porque sí, otro poco porque no: ¿así gobernaría la ciudad si ganara madame Sheinbaum la elección para la Jefatura de Gobierno? Oh, no. Una cosa es trabajar como empleada y otra, muy distinta, gobernar una de las ciudades más grandes del mundo.
Gil ya había escrito que cuando Morena le arrancó la mitad de la ciudad al PRD vendrían pleitos serios, madrizas de rompe y rasga. En medio de estos encontronazos, los rehenes serán los habitantes de Ciudad de México. Por cierto, ustedes tienen que ver más bax.
Todo es muy raro, caracho, como diría Karl Kraus: Cuando los padres han construido todo, a los hijos solo les queda el derrumbarlo.