Publican libro de de Trump y Rusia
El periodista del Guardian Luke Harding dice que lazos con el Kremlin datan de 1987
El 16 de noviembre, el periodista británico Luke Harding, del periódico The Guardian, publicó su más reciente libro, Collusion (Colusión), que salió en forma simultánea en Londres y más de una decena de países con un subtítulo del volumen que no da lugar a dudas: “Cómo Rusia hizo elegir a Trump a la Casa Blanca”.
Corresponsal jefe del Guardian en Moscú en 2007-2011, Harding fue expulsado de Rusia por su investigación sobre el asesinato del ex espía opositor, Aleksandr Litvinenko. Entre otros libros, Harving publicó Rusia, Estado mafioso (2012) y El Caso Snowden (2015), sobre el analista y ex agente de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, quien en 2013 difundió millares de documentos ultrasecretos sobre los programas de vigilancia masiva de la NSA en Estados Unidos y el mundo.
En entrevista con el periodista de Le Monde, Nicolas Bourcier, Harding habla de Collusion y dice que existe una tradición muy fuerte y antigua del espionaje ruso que se remonta a la guerra fría, por lo que las acusaciones sobre la injerencia de Moscú en las presidenciales de 2016 en EU “no son algo caído del cielo”. Lo que ocurre hoy es “la continuación de los protocolos desarrollados y probados durante todos estos años en el extranjero por el KGB y sus sucesores, que han tomado un giro aún más dramático en la era de Twitter y de Facebook”. Para Harding, “ha habido una subestimación del papel del espionaje ruso en todo lo que estamos observando en la actualidad”.
Collusion contextualiza la historia de los lazos establecidos entre Moscú y Donald Trump. Para ello, Harding se remonta a la primera visita de Trump en el verano de 1987 a Moscú, invitado por el gobierno ruso en un viaje organizado por Intourist, un brazo del KGB aunque es probable que la agencia de espionaje soviética hubiera abierto un expediente sobre él en los años de 1970, cuando Trump se casó con la modelo checoslovaca Ivana Zelnickova, madre de Ivanka.
Harding aclara que él no está diciendo que Trump es un agente del antiguo KGB, pero “lo que puedo decir con certeza es que Moscú buscó acercarse a él a fin de sacar provecho y abusar de su confianza” y “esto se remonta a muchos años atrás”. Al menos, dice Harding, “desde ese famoso año 1987, cuando fue invitado a Moscú”.
Sobre la ignorancia de Trump de un eventual intento de Moscú de “pescarlo”, Harding recuerda que de 1987 a 2016 el hoy presidente no dejó de impulsar un proyecto de construcción de una Trump Tower en Moscú y que en plena campaña por la nominación republicana dijo públicamente que sería muy bueno entenderse con Rusia y que Putin era una “buena persona”.
Harding no descarta que, en un momento dado, Trump remueva al fiscal Robert Mueller si éste llega a inculpar a miembros de su familia. Si esto ocurre, en EU “habrá una crisis constitucional peor que la causado en los años 1970 por el escándalo Watergate, ya que esta historia implica a una potencia extranjera, no importa cuál”.