El nuevo TLC se cerraría en julio
Hoy comienza en Washington la última semana de reuniones de los equipos técnicos de México, EU y Canadá para palomear los avances en la renegociación del TLC.
Termina el año y con él, algo impensable: la revisión a 23 años de este tratado. “Parece mucho, pero en realidad empezamos a negociar el 16 de agosto. Hemos cumplido escasamente cuatro meses, 33 días de trabajo de 30 diferentes grupos para traer el tratado al siglo XXI”, dice el secretario de Economía, Ildelfonso Guajardo.
Hasta ahora se ha logrado avanzar en decenas de capítulos, que no están cerrados porque la Casa Blanca no quiere mandar el mensaje, según Guajardo, de que se ha avanzado mucho cuando sus prioridades estratétigas no están teniendo la misma suerte.
“Washington no quiere tocar temas que son progresivos e importantes para nosotros y Canadá, como los capítulos de género, temas ambientales y laborales además de la competitividad”, abunda Guajardo.
Uno de los temas duros es el automotríz y la presión del equipo de EU de pasar de 62 a 85 por ciento el porcentaje de componente de los vehículos. “La semana pasada los presidentes de las tres grandes automotrices de EU estuvieron en la Casa Blanca, incluso con el negociador americano, y le dijeron que se estaban dando un balazo en el pie y que si se ponían reglas difíciles no iban a utilizar los beneficios del tratado, sino que irían por reglas de OMC, exportando carros de México con un arancel de 2.5 por ciento que es más barato que todas sus locuras”, explica el secretario, dejando incluso claro que si los aranceles en el caso de las pick up suben a 25 por ciento solo llevaría a las marcas a cambiar la fabricación de país.
Donald Trump tiene dos frentes de presión en su país. Según Guajardo, los congresistas le pidieron al gobierno que si quería su famosa reforma fiscal no ‘hicieran olas’ con el TLC y es por eso que las negociaciones que se debían terminar este mes de diciembre se extendieron hasta el primer trimestre del 2018. “Pero si yo fuera el gobierno norteamericano y alguien me dice vamos a cerrar el 30 de marzo con una elección presidencial que a los tres meses me va a poner otro presidente en México (y nadie me garantiza que el nuevo cumpla lo que acabo de negociar) yo me esperaría a que el nuevo presidente también diga que si se compromete con toda esa negociación”, añade.
Con este comentario y si bien quedan rondas para el siguiente mes de enero, no nos extrañe que el nuevo TLC esté firmado recién a fines de julio de 2018, ya con un nuevo inquilino confirmado en Los Pinos.