La influencer que no entendió nada
Conozco a muchas personas que trabajan las redes sociales y la web de una manera tan profesional que solo me quito el sombrero y aprendo de ellos. Es un nuevo mundo para muchos, difícil de entender o aceptar para otros y absolutamente natural para la mayoría de los que nacieron en el momento correcto con los talentos correctos.
Una vez dicho esto, debo decir que no he parado de reír con el berrinche (de ambos lados) que se hizo público cuando una británica de 22 años tomó sus cuentas de YouTube e Instagram (con 87 mil y 76 mil seguidores, respectivamente) para quejarse amargamente de la respuesta que obtuvo por parte de un hotel/restaurant llamado White Moose, en Dublín. Ellos contestaron a su carta en la que pedía alojamiento gratuito por cinco días a cambio de que el establecimiento apareciera en las redes de la chica (llamada Elle Darby), de una manera, sin duda, directa, contundente y sí, hasta burlona.
Pero la situación es esta, Elle. El dueño del lugar quizás sí está harto de que la gente le pida cosas gratis y, seamos honestos, solo los influencers más exitosos y seguidos pueden ser de uso para un lugar así. Además, generalmente las invitaciones deben venir de allá para acá. No es ninguna gran propuesta de negocio como tú crees. No es un trabajo tremendo subir un clip a tus redes sociales. Y supongo que por eso se publicó la carta (omitiendo tu nombre) donde te decía de manera un tanto ruda, sí, que entonces cómo pensaba pagarle a la gente que la atendería, que le serviría la comida, la electricidad que consumiría etc.
El cibermundo es hábil y cruel, todos hemos estado en el lado en el que se reciben los trancazos, y por eso no fue sorprendente que la gente enseguida se dio cuenta a quién iba dirigida la carta. Siento mucho que hayas sido tan insultada en tus redes, sé cómo se siente; las primeras veces es terrible. Luego te das cuenta de que así es internet, y se te pasa.
Pero hay dos cosas que están profundamente mal con los razonamientos que hiciste públicos en el video de respuesta de 17 minutos en el que llorabas, gritabas y te veías como si te hubieran reventado una bomba atómica en la cabeza. La primera es decir que el hotel no podría “comprar” una reseña gratuita a un medio tradicional y que con ella sí. ¿En serio? ¿No hay dignidad alguna? ¿Ya está prometida una buena reseña, antes de siquiera llegar, solo porque hay algo gratis de por medio? Perfectamente podrían haber contratado publicidad si eso es lo que querían. Está bien, pero siendo que tantos influencers se llaman a sí mismos (como tú) “creadores de contenido” hay que ser muy claros que la honestidad es más que necesaria en casos como este. Muchas veces son ustedes los que van a los FAMS (los viajes de prensa en la industria de turismo) en lugar de los reporteros. Entiendo perfecto que muchos llegan directo a públicos extraordinariamente específicos, que el engagement o interacción es completamente medible y que es un buen negocio para todos, pero por favor, no hagas berrinche mientras dices, sin darte cuenta siquiera, que prometer una buena reseña para seguidores solo porque te den algo a cambio no solo es deshonesto sino delicado. Ok, eres influencer, no periodista. ¿A la velocidad que van las cosas crees que el esquema siempre será el mismo? Todos nos estamos adaptando lo más rápido que podemos. La esperanza es que lo hagamos con principios y dignidad.
La otra es tu repetida incredulidad al borde del llanto respecto a que personas mayores de 30 años sean los que te han atacado. Siendo experta en esto, sabes perfectamente que no sabes quién está detrás de esas cuentas, pero tal vez debería pasar un poco por tu mente también que las personas mayores de 30 años tienen una noción distinta de lo que es “trabajar”. Claro, hay de todo en todos lados, pero querer volver esto una guerra generacional, llorar frente a la cámara diciendo que no se vale que los adultos “traten así a una chava de 22 años que tiene su propio negocio, el único trabajo que le ha gustado en la vida”, no sé, querida Elle, tal vez todavía tienes mucho por vivir y aprender para valorar lo que cada una de esas maravillosas oportunidades que tienes por tu trabajo te otorgan. Sé que yo, con más de 20 años siendo periodista, cada vez que puedo estar frente a alguien que admiro o en algún lugar histórico nunca lo doy por hecho. Y nunca dejo que afecte lo que escribo al final (al menos eso espero).
Sí, la respuesta del hotel fue rudeza innecesaria. Sí, evidentemente no todos los negocios del mundo dependen de las recomendaciones de los influencers y sí, sé que muchos conspiracionistas aseguran que esto es un plan para ambos se hagan publicidad, pero sea lo que sea, es una gran historia. Una que los verdaderos “creadores de contenido” en la plataforma que sea que estén, realmente no deben estar viviendo a lágrimas, gritos y dramas para la web mundial.