¿Cuántos mexicanos somos? (El Inegi también se lo pregunta)
En dos años tendremos censo, donde un ejército de 350 mil encuestadores visitará 45 millones de viviendas, lo que costará 10 mil mdp. El dato no es menor ya que se trata de una muestra 25 por ciento más grande que en 2010. “En un censo lo que uno busca es tener una cobertura universal y esto obliga a tener cierta superficialidad temática, porque no podemos preguntar a todos de todo”, explica Julio Santaella, presidente del Inegi.
Cada censo incluye: un censo básico de 30 preguntas, un censo ampliado (45 preguntas a un grupo específico de 4 millones de viviendas), uno de localidad (con 105), de entorno urbano (30) y otro de centros de asistencia social.
¿Por qué esta aclaración? Algunas organizaciones civiles aprovecharon la ventana que abrió Inegi para enviar recomendaciones sobre el futuro censo para hacer hincapié en algunos datos que en 2010 no fueron ni aceptados ni usados y, sobre todo, muy cuestionados. Un caso es el de las personas con discapacidad (PCD).
En 2010, el censo básico determinó que representaban 5.1 por ciento de la población, 5.7 millones de personas. El dato no concordaba con los promedios internacionales que manejan la Organización Mundial de la Salud o la Cepal, que afirman el promedio mundial es de entre 10 a 15 por ciento de la población de cada país. Hoy el dato que más se usa es el del informe “La discapacidad en México”, también del Inegi, de 2014, donde la cifra crece a 7.7 millones de personas.
“Antes de hacer un padrón específico, como éste, es importante generar primero un padrón general, saber cuánta gente está formalmente en el país. Sí, ni más ni menos que saber ¡cuántos somos!”, abunda Santaella.
Para 2020, muchas ONG recomendaron que —a pesar de no ser fidedigno el resultado— se vuelva a hacer el mismo set de preguntas para PCD, a fin de poder hacer comparaciones. “Yo en cambio propondría que las preguntas sobre discapacidad se incluyan en el censo ampliado, no en el básico, para ofrecer mayor detalle que permita su uso real”, afirma. Pero cómo no pueden estar estas preguntas en los dos censos al mismo tiempo, se aplicará lo que la mayoría haya sugerido.
“No es por ahorrarnos dinero, sino para generar datos que sean realmente útiles”, añade.
Más allá de las polémicas, lo cierto es que mientras el Inegi se preocupa por contar cuántos habitantes hay en total, el tema de las PCD fue un compromiso presidencial: crear el Registro Nacional de Personas con Discapacidad, una tarea que recae en el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis). Para ser honestos, este proyecto no verá la luz en este sexenio.
¿Sabremos alguna vez cuántos somos, dónde estamos y qué tenemos?
Estos datos son demasiados básicos para un país que ostenta ser la economía #15 del mundo.