Pasa México prueba de fuego petrolera
Este 31 de enero de 2018 México pasó una difícil prueba de fuego.
La prueba de fuego fue para el gobierno, para la economía y para su futuro.
Ayer se celebró la Ronda 2.4 de licitaciones, en la que se subastaron 29 bloques de aguas profundas en el Golfo de México para la exploración y explotación de petróleo, en la que participaron 26 empresas de 16 países.
Se adjudicaron 19 de los 29 bloques por un monto total de inversiones que ascenderá a casi 100 mil millones de dólares (93 mil millones de dólares, para ser precisos), que derivarán en una producción de 1.5 millones de barriles diarios.
Sumados a los montos de inversión comprometidos en las rondas licitatorias previas a el monto comprometido en ésta última ronda 2.4, da una suma de alrededor de 153 mil millones de dólares.
De acuerdo con las cifras estimadas y de cumplirse los pronósticos, la producción de estos 19 bloques podría llegar a duplicar la actual producción de Pemex.
Con ello, México superó la inquietante incertidumbre frente a eventos que no están en el control del gobierno mexicano: la renegociación del TLC, la entrada en vigor de la reforma fiscal en EU —y su potencial impacto negativo en las inversiones en México y hasta la probable salida de capitales— y el acertijo sin resolver que representa la sucesión presidencial que habrá de definirse este año en nuestro país.
El manifiesto y creciente interés de los inversionistas internacionales refrenda la confianza en la apertura del mercado energético mexicano, la transparencia de sus procesos de licitación realizados en “caja de cristal” por la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que encabeza Juan Carlos Zepeda.
Pero también la capacidad operativa de las secretarías de Energía, de Pedro
Joaquín Coldwell; de Hacienda, de José
A. González, y de Petróleos Mexicanos, encabezado por Carlos Treviño.
Las compañías internacionales que participaron son de enorme dimensión y reconocimiento. Entre ellas están Shell —que arrasó y se llevó nueve de los 29 bloques licitados—, Repsol, PC Carigali México y Ophir México, de un total de 26 empresas que participaron.
Sin duda se trata de un voto de confianza hacia México a través de compromisos de inversión de largo plazo. Al tiempo. Saldos Nombra José Antonio Meade, precandidato presidencial de la coalición PRIVerde-Panal, al experimentado Heriberto Galindo su consejero político.
Virgilio Andrade desmiente con cifras y pruebas el presunto Bansefigate. Reacción positiva, aunque tardía. El golpe y el descrédito ya lo recibió y serán pocos quienes le escuchen y, sobre todo, le crean.