Angela Merkel logra su cuarto mandato
En el Bundestag, 364 legisladores avalan el nuevo gobierno de coalición de la canciller
La líder conservadora Angela Merkel fue reelegida ayer como mandataria de Alemania, por cuarta vez consecutiva, tras obtener la mayoría absoluta en la votación en el Parlamento.
Con 364 votos de los 688 votos válidos de los legisladores presentes en el Bundestag (Cámara baja), Merkel se mantiene al frente de la mayor economía de Europa y extenderá a 16 años el Gobierno que asumió en 2005.
La votación fue seguida desde la tribuna como es habitual por su madre, Herlind Kasner, y por primera vez por su marido, Joachim Sauer. “Juro que dedicaré mis fuerzas por el bien del pueblo alemán, para aumentar sus beneficios, evitarles perjuicios, velar por la Constitución y las leyes del Estado, cumplir con mis obligaciones y ejercer justicia para todos. Con ayuda de dios”, comentó la jefa de Gobierno.
Merkel se reunirá mañana por la tarde con el presidente francés, Emmanuel Macron, en París, en el primer viaje al extranjero de su recién estrenado puesto.
Casi seis meses después de las elecciones generales de Alemania, el nuevo gobierno de coalición de Merkel con los socialdemócratas comienza así, su camino en un escenario político marcado a nivel interno por la irrupción de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), tercer partido más votado y líder de la oposición en el Parlamento.
El presidente federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, aplaudió que se haya puesto fin “al tiempo de inseguridad e incertidumbre” y pidió al nuevo Ejecutivo recuperar la confianza perdida de los ciudadanos, para lo que es necesario contar con “diálogos abiertos”.
Nunca antes el país europeo necesitó tanto tiempo para formar gobierno.
El retraso en la formación del gobierno se debió al intento de Merkel de forjar una inédita alianza con liberales y ecologistas, después de que los socialdemócratas (CDU), tras sufrir su peor resultado histórico desde 1949, descartaran categóricamente formar una nueva alianza y anunciaran a bombo y platillo que pasarían a la oposición.
Ante la incertidumbre de su futuro, el riesgo de convocar a nuevas elecciones y un posible ascenso de la AfD, los socialdemócrtas cedieron.m