Reanudan la búsqueda de víctimas del volcán
Tras la suspensión el jueves por el mal tiempo, autoridades guatemaltecas permiten el rescate; van 110 fallecidos y cerca de 200 desaparecidos
El ejército de Guatemala y los bomberos voluntarios reanudaron hoy las operaciones de búsqueda de víctimas de la erupción que registró hace ocho días el volcán de Fuego, que hasta ahora deja más de 110 muertos y cerca de 200 desaparecidos.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) informó que las condiciones en el municipio de Alotenango, en el departamento occidental de Sacatepéquez, uno de los tres afectados por la catástrofe, permiten continuar la búsqueda, que había sido suspendida el jueves por el mal clima y el peligro de los lahares volcánicos.
Las posibilidades de hallar supervivientes son prácticamente nulas, tanto por el tiempo que ha transcurrido desde la potente erupción como por las características propias del desastre.
Agentes de la Unidad Humanitaria y de Rescate (UHR) del Ejército de Guatemala y Bomberos Voluntarios comenzaron a ingresar a la zona para la búsqueda y localización de más víctimas, informó la Conred.
Los Bomberos Voluntarios están acompañados por un perro que pertenecía a uno de los dos compañeros que se encuentran desaparecidos.
La institución de protección civil explicó en un comunicado que espera que el perro ayude a encontrar a los dos socorristas, que desaparecieron junto con la ambulancia en la que se transportaban el 3 de junio, día de la tragedia.
Con picos y palas los socorristas escarban en la zona en busca de víctimas de la violenta erupción del volcán, localizado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, 50 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca.
Expertos del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) realizan este domingo un vuelo de reconocimiento en el volcán para determinar cuál es la situación. Hasta ahora la Conred mantiene la cifra de 110 muertos, más de 50 heridos, 197 desaparecidos y 1,7 millones de afectados por la actividad del coloso. En tanto, casi 4 mil 500 personas siguen en albergues y casas familiares.
Grupos de parientes seguían buscando a sus víctimas y en la mañana del domingo volvieron a la zona devastada en la comunidad de la ciudad de Escuintla, sin importarles el peligro.
Temen que el lugar sea declarado como un camposanto y ya no puedan recuperar a sus familiares, una posibilidad evaluada por las autoridades, pese a su posible costo político.
La tragedia ha desgastado la débil popularidad del presidente Jimmy Morales, un ex comediante de televisión salpicado por acusaciones de corrupción.
La noche del sábado, cientos de guatemaltecos pidieron en la capital su dimisión al acusarlo de negligencia por no haber ordenado la evacuación.
Rescatistas y bomberos en el lugar rompían paredes para hallar cuerpos soterrados, aunque la tarea es difícil por las altas temperaturas que aún mantiene el material volcánico que arrasó el poblado en Escuintla, donde el olor a muerte empieza a impregnarlo todo.