Rusiagate, la amenaza
Un año y medio después de llegar al Despacho Oval, Donald Trump sigue atrapado en la trama rusa, donde el fiscal especial Robert Mueller, investigador especial, trabaja desde junio de 2017 con la hipótesis de que el mandatario podría haber cometido un delito de obstrucción a la justicia.
Al menos seis personas del entorno más cercano al presidente están siendo investigadas. Jared Kushner, yerno y uno de los principales asesores de Trump, y Jeff Sessions, fiscal general, son parte del gobierno. Los otros son Michael Flynn, el ex asesor de seguridad nacional; Michael Cohen, abogado personal de Trump; Paul Manafort, ex jefe de campaña; Roger Stone, asesor de campaña; y Donald Trump Jr., hijo mayor del presidente.
En junio de 2016, DonaldJr., Kushner y Manafort se reunieron en la Trump Tower con una abogada rusa, Natalia Veselnitskaya, conectada supuestamente con el Kremlin. Donald Jr. admitió en una serie de correos que se buscaba obtener información perjudicial para Hillary Clinton.
El 1 de diciembre de 2017 Mueller llegó a un acuerdo con Michael T. Flynn, quien se declaró culpable de dar falso testimonio al FBI sobre sus contactos con el embajador ruso Serguei Kislyak.
Como parte de las negociaciones de Flynn, no se espera que su hijo, Michael G. Flynn, sea acusado, y Flynn está preparado para testificar que los altos funcionarios del equipo de Trump lo empujaron a contactarse con los rusos.