Nikkei... Correo de Hiroshima, propuesta de teatro sensorial
Irene Akiko, directora del montaje, pretende exaltar los sentidos con aromas y sonidos para crear una experiencia más vivencial
La pieza busca crear consciencia entre los asistentes y abolir la lucha entre naciones”
México es como el mole: tiene muchos sabores, y cuando se prueba un bocado se empiezan a abrir ventanas del paladar hacia la mente. Es un lugar muy diverso, así como este platillo mexicano que va de lo más dulce hasta lo más picoso. “En cambio Japón es muy sutil, como el arroz blanco, que para muchos no sabe a nada, pero en el que se pueden percibir sabores muy naturales; cuando se conjuga con otros alimentos, como el pescado, se puede hacer algo muy particular”. Así es como Irene Akiko, directora teatral, define las diferencias entre los dos países que son parte de sus raíces. Akiko cuenta a MILENIO que siempre ha tenido interés en la relación entre México y Japón, ya que “soy nikkei, japonesa que nació en otro país. Como tal siempre he querido hacer algo que pueda juntar las dos culturas”. Cuando ella leyó Correo de Hiroshima, novela de Víctor Manuel Camposeco, encontró la oportunidad de crear una obra que, a través de lo sensorial, conectara a estas dos naciones. El montaje Nikkei... Correo de
Hiroshima retoma el intercambio de cartas que una madre mexicana mantiene con su hija, quien fue a estudiar medicina a Japón dos meses antes de que iniciara la Segunda Guerra Mundial.
La particularidad de la obra está en la forma de contar la historia: “Se me ocurrió hacerlo con los ojos tapados para que la imaginación los llevara a ese lugar mediante aromas y sonidos. Queríamos crear una experiencia más vivencial”. “Cuando leí la novela me pareció un reto resolver esta ida y vuelta de la correspondencia. Pensamos en desarrollar una obra sensorial, pero tardamos más de un año en resolver los aromas y sonidos que identificaran a México y Japón”.
En la segunda parte, cuando el público descubre sus ojos, “ya que están estimulados los sentidos, con la imaginación pueden vincular todo a través de simbolismos”.
La directora dice que, por el 73 aniversario del bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki, busca reafirmar la relación entre México y Japón con teatro y “colaborar a la creación de consciencia para eliminar la lucha entre naciones”.
La obra se presenta hoy a las 19 horas y mañana a las 16 y 18 en el Foro Experimental Black Box del Cenart.