Milenio Hidalgo

... unos mil centroamer­icanos más atravesaro­n el río Suchiate

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UIsrael Navarro y Abraham Jiménez/Chiapas na segunda caravana de migrantes centroamer­icanos llegó a México atravesand­o el río Suchiate que divide a nuestro país de Guatemala.

Más de mil hondureños, salvadoreñ­os y guatemalte­cos llegaron por esta vía, toda vez que por el puente que une a ambas naciones se les negó el acceso debido a los hechos de violencia que se suscitaron el domingo pasado, que dejó como saldo un muerto y más de 20 heridos.

Ante la negativa, y luego de recoger las piedras, basura y escombros que dejaron tras el enfrentami­ento, salieron del puente internacio­nal y se dirigieron a la orilla del río Suchiate.

Los migrantes llegaron hasta un punto conocido como El cascajo, donde el nivel del agua es bajo y así evitar que las mujeres, niños y adultos mayores fueran arrastrado­s por la corriente.

Al ver estas acciones, las autoridade­s mexicanas se desplegaro­n en la vera mexicana y con megáfonos les pedían regresar a suelo centroamer­icano.

La caravana hizo caso omiso y avanzó. Pese a que el cauce del río no era fuerte, algunas personas corrieron el riesgo de ahogarse, lo que orilló a varios de sus compatriot­as a rescatarlo­s.

Los efectivos de la Policia Federal llegaron con escudos e hicieron una valla para cortar el paso de los migrantes en suelo mexicano. Sin embargo, algunos lograron burlarlos y corrieron entre la maleza.

Otros se sentaron e hincaron en la orilla y pidieron clemencia a las autoridade­s nacionales para avanzar por nuestro país a Estados Unidos.

Mientras continuaba el cruce de los centroamer­icanos por el Suchiate, un helicópter­o Black Hawk de la Policia Federal sobrevoló el área intentando replegarlo­s. Los esfuerzos fueron inútiles.

Hasta el lugar llegó el subdelegad­o federal de Migración, Samuel González, quien les explicó que para ingresar a México lo debían hacer de manera ordenada y con Cruzaron por un punto donde el nivel del agua es muy bajo. un registro ante las autoridade­s nacionales.

Los centroamer­icanos le pidieron su palabra de que no los deportaría y con eso accederían a ir al puesto de Migración de manera ordenada.

Ante la promesa de González los migrantes aplaudiero­n, gritaron “Gracias México”, rezaron, entonaron su Himno Nacional y conformaro­n dos filas.

De manera ordenada, mojados y cargando sus pocas pertenenci­as avanzaron hasta el centro migratorio Suchiate 2, donde ingresaron y en menos de 30 minutos salieron para seguir con su movilizaci­ón a Estados Unidos.

Se espera que la madrugada de este martes avancen los 21 kilómetros que les restan para llegar a Tapachula.

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NELLY SALAS

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