El agua y la urgencia
Al momento que escribo, el corte de agua en CdMx ha causado más miedo que escasez, pero todo apunta a que el fin de semana será complicado. Y más complicado será el futuro si no hacemos algo con urgencia.
Reviso algunos documentos recientes elaborados por el Sistema de Aguas de Ciudad de México y la Conagua. Algunos apuntes: Estamos en la misma latitud que los principales desiertos del planeta. Por suerte, la ciudad tiene la ventaja de recibir humedades del Pacífico y del Atlántico, además de algo llamado el efecto Coriolis por la rotación de la Tierra, que favorece que tormentas tropicales y huracanes lleguen al país. Si no fuera por eso seríamos un país desértico.
En CdMx llueve, pero está 2 mil 200 metros sobre el nivel del mar y hay que subir el agua hasta acá. Tokyo o Nueva York están a nivel del mar.
El Valle de México tiene una disponibilidad de agua de 160 metros cúbicos por habitante por año; una de las más bajas del mundo. La ciudad se abastece de tres maneras: el acuífero del Valle de México: casi 450 pozos, más los sistemas Barrientos, Chiconautla y La Caldera; el sistema de pozos del Valle de Lerma y las siete presas del Cutzamala.
El mayor proveedor es el acuífero, uno de los de mayor extensión del país pero también con la mayor sobreexplotación a escala nacional; es decir, que desde hace mucho tiempo la extracción supera el volumen de recarga.
El sistema de aguas, 26 mil kilómetros de tuberías (mitad de potable, mitad de drenaje), además de plantas de bombeo, potabilizadoras, cloradoras, tanques, etcétera, es uno de los más complejos del mundo y de los únicos aún no integrados; es decir, un sistema moderno que permita conocer la situación en tiempo real de presiones, flujos, niveles y automatización para arrancar o parar equipos con base en parámetros predefinidos.
Un cálculo de hace dos años dice que del agua que CdMx recibe —que sería suficiente—, 41 por ciento se pierde en fugas en redes y casas, sumado a pésimos hábitos de consumo, y casi 20 por ciento de los habitantes de la ciudad recibe agua cada tercer día o menos. La infraestructura envejece y las inversiones necesarias son enormes.
La infraestructura envejece y las inversiones necesarias son enormes