¿Por qué no nos interesa la justicia?
No parece que la fiscalía sea prioridad de la 4T, como en los últimos gobiernos
Ayer la Comisión Nacional de los Derechos ha puesto por escrito en más de un millón de hojas algo que de alguna manera sabíamos: la Procuraduría General de la República (PGR) está devastada. Ayer fue el caso Iguala, pero han sido muchos otros desde hace mucho tiempo. Esta es la PGR de La Paca y Muñoz Rocha. La misma. Y desde entonces una y otra vez, en casos pequeños y grandes, fracasa en su misión.
Es la PGR que no ha hecho justicia en múltiples casos de graves violaciones a los derechos humanos de muchos mexicanos. ¿Por qué, si hace tanto tiempo no funciona, no ha cambiado?
Años de fraudes electorales terminaron con la construcción de una institución que funciona como el IFE/INE. Años de no saber cobrar impuestos y se construyó el SAT que eso sí hace. Años de inestabilidad culminaron en el Banxico.
Años de fracasos no han culminado en una institución que procure justicia. Es para mí un misterio.
Dijo ayer el presidente de la CNDH: “Es indispensable que se generen instituciones con recursos y capacidades suficientes, así como autonomía real del poder político, que permitan la real y efectiva investigación de los delitos. En nuestro país los delitos no se investigan y los contenidos y aplicación de la ley son cuestiones discrecionales u objeto de negociación. Requerimos mecanismos concretos de supervisión de las acciones del poder público que detecten situaciones de debilidad institucional, prevengan que la corrupción y la impunidad se asienten en comunidades e instituciones, denunciando actos de colusión criminal o ejercicios absolutos de poder que trasgredan derechos y libertades básicas”. E hizo una advertencia que el próximo gobierno debería atender: “Lo sucedido en Iguala no debe verse como un caso aislado, sino como un reflejo de la situación por la que atraviesan diversas regiones del país y en las que la posibilidad de que se vuelva a generar un episodio de dimensiones y características similares es un riesgo latente”.
Creo que tiene razón. Hasta hoy, no parece que la fiscalía sea una de las prioridades de la 4T, como no lo ha sido de los últimos gobiernos.
Y es ahí donde revientan tragedias como lo que ha sucedido con el caso Iguala.