Ayer en Pachuca hubo “Vientos de alegría”
En su tercera edición, este festival reunió a varias decenas de familias en el parque David Ben Gurión
“Me encantaría que lo hicieran todos los fines de semana, en todos lados de Pachuca, porque es algo que necesitamos para que los niños salgan a divertirse y dejen un rato la televisión y el teléfono celular”.
La gente comenzó a llegar desde las 11:00 de la mañana y jóvenes del municipio alistaban papel de china y resistol para los talleres de creación de papalotes.
“¡Córrele y jala así!”, repetían padres de familia a sus hijos quienes tomaban un poco de agua para desbocar en un carrera de pocos metros sobre el piso de colores que caracteriza al Parque Ben Gurión e intentar el vuelo de sus papalotes.
“No hay viento fuerte”, indicó Adela Reséndiz a su nieto, quien tomaba agua al por mayor para mitigar el calor provocado por los 28 grados que cubrió a Pachuca la tarde de ayer y que logró un buen ambiente en el Festival Vientos de Alegría, en su tercera edición.
“Me encantaría que lo hicieran todos los fines de semana, en todos lados de Pachuca, porque es algo que necesitamos para que los niños salgan a divertirse y se olviden un rato de la televisión y los teléfonos celulares”, expresó Gabriela Martínez quien aprovechó su día de descanso para volar un papalote con su sobrina Paloma, quien mostraba orgullo al lograr volar su papalote en forma de dragón con gran cola, por arriba de otros sencillos realizados con papel de china.
“Son de 20 pesos”, ofrecía Ma- ría Luisa Herrera sus papalotes de papel de china, mismos que vendió en su totalidad después de dos horas, “y ya tendré pars comprarles sus cosas a mis hijos”, señaló antes de regresar a San Miguel Cereso, donde vive.
“Mira la sonrisa de los niños, andan bien chapeados por el sol”, indicó una joven que esperaba la salida de su hijo del corral que se colocó en la zona, con cabras, conejos y una llama juguetona que persiguió a un menor, de forma amigable, para arrebatarle el cono de helado de sus manos.
15 ciclopolicías, dos patrullas y 15 elementos de la policía municipal resguardaron a los visitantes, así como siete elementos de Protección Civil.
“Es un momento importante para mí porque, además de convivir con mi familia me hace recordar mi niñez. Es un buen momento de reunión, mire cómo corren los niños y los papás”, expresó, mientras recorría la imagen de niños y niñas intentando hacer volar su papalote.
“Pero no van a volar, porque no hay viento y para que alcen los papalotes debe tener esa característica el clima, pero espero que haya un poco más para enseñarle a mi nieto como los volaba yo de pequeña, porque Pachuca podría estar lleno de papalotes como hace más de 60 años”.