Amor romántico en el patriarcado
Apoco más de 200 años existir como hoy lo conocemos, elamorrománticosefuecolandoenelidealdelahumanidadenOccidente,particularmenteentrelasmujeres. De la manera imperceptible como se posiciona un estilo de vida, utilizando para ello tanto la cultura como la economía, se asoció la autonomía de las mujeres con la vivencia de un “gran amor”, en donde ellas se opondrían a la idea de casarse con quien sus familias decidiera, para unirse al hombre que ellas “eligieran”, pero que debía tener la característica de hacerlas sentir “intensamente”, ergo, debía hacer que las mujeres eligieran esta manifestaciónde“autonomía”conelsentimientoy la pasión, no con el raciocinio. Desde luego, que los hombres amables, con pensamiento incluyente no resultaban buenos candidatosparavivir“elverdaderoamor”. Yenelcasodeloshombres,dadossusprivilegios patriarcales, se les permitía contextualmente vivir “el gran amor de su vida” con una mujer intensa y emocional, pero de ninguna manera sería la mujer con la que se casarían y formarían una familia, ya que su esposa debería mantener las características tradicionales de antes delamorromántico,yposeer“cualidades” que beneficiaran al hombre en cuestión, talescomoladote,lacastidad,lafamiliade renombre,etc.Hastanuestrosdíasllegan frases tan violentas como antiguas, tales como “en el corazón no se manda”, o “el corazón quiere lo que el corazón quiere”. Aunado a este pensamiento heredado, el contextolorefuerzaconcanciones,melodramas,arte,etcétera,enelcualmantiene la enseñanza patriarcal hacia las mujeres deque,paraquesuvidaestécompleta,deben vivir una gran “historia de amor”, de esasquesontanintensas,endondelaviolenciayelchantajenosonnadamásnaturalizados, sino que son vistos como algo memorable.