“Carente de certeza jurídica, el Fonca podría desaparecer a placer del Ejecutivo”
Una nota de prensa reveló la semana pasada que desde el mes de noviembre de 2018, la Procuraduría General de la República dio por insustanciales todas sus acusaciones contra Ricardo Anaya, para entonces candidato derrotado a la Presidencia de la República.
La confesión de PGR está fechada el 28 denoviembrede2018,dosdíasantesdeterminarelgobiernodeEnriquePeñaNieto. El documento dice:
“No existen datos de prueba suficientes, aún de manera circunstancial, que permitanacreditarelhechoconapariencia de delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita”.
El documento está firmado por el entonces subprocurador Especializado en InvestigacióndeDelincuenciaOrganizada. Su nombre: Alonso Israel Lira Salas. Escribe Alonso Israel Lira Salas: “La denuncia presentada por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera, una vez concluida la investigación, no se acreditó la ilicitud del recurso, por el contrario, se estableció la existencia de losrecursosyquedevienendeuncrédito”. Sigue el autodesmentido:
“Los recursos operados tienen su origenydestinoenactividadeslícitas,pueses claroqueestosseencuentransustentados en diversos ingresos propios de su actividad económica inmobiliaria y un crédito bancario”(Reforma,5demarzo2019).
Esdecir,loshechosimputadoseranfalsos, tal como sugerimos entonces, en un manifiesto, distintos ciudadanos que dudábamos delaveracidaddeloshechosimputados.
En el documento de la Procuraduría hay una confesión de culpa: manipulación electoral y uso ilegal de los recursos del gobierno contra un candidato.
Algún castigo debiera haber, alguna consecuencia jurídica, para esta confesióndeculpainstitucional,puesfuelamismaProcuraduría,queahoradicenotener pruebas,másbienpruebas en contrario, la que durante meses crucialesdelaeleccióndel201 fabricóparadelitospara atacarauncandidato.
Estamos frente a una confesión de Estado: el uso de la Procuraduría para influir en unas elecciones. Lo intentó Fox, con un delito real, la violación de un amparo, contra López Obrador en 2006. Lo hizo Peña en 2018 contraRicardoAnaya,conundelitofalso. Imposible saber cuántos votos perdió Anaya por esta manipulación. Imposible también decir que la manipulación no contó.
Confesión de Estado: uso de la Procuraduría para influir en las elecciones