El techo de cristal
Este término, que se usa mucho para describir cuando una mujer hace algo extraordinario y rompe los límites impuestos por una sociedad patriarcal, sigue siendo utilizado cada vez más en el mundo del cine. Un caso claro, esta semana: Capitana Marvel con Brie Larsen. Me cansé de contar cuántos artículos y notas describieron el hecho de que una mujer superhéroe haya logrado un triunfo feminista con una taquilla de 153 millones de dólares. Pero también me recordó el hecho de que la protagonista de esta cinta sea una activista declarada por los derechos de las mujeres y esto le trajo muchos problemas previos a tan exitoso estreno.
Dirán lo que quieran, pero Brie solo ha sido congruente. Cuando le pregunté: “¿Por qué hacer algo así?”, refiriéndome a una cinta de este tipo, siendo ella conocida por historias de profunda calidad y, sí, mucho más pequeñas, ella me dijo que nunca hubiera aceptado semejante trabajo a no ser por la posibilidad de generar un buen mensaje respecto a este tema. Promover el hecho que la igualdad no debería ser la excepción. Y ella tiene bastantes enemigos intergalácticos contra quienes luchar como para, también, tener que detenerse ante los troles terrícolas que hicieron lo posible por atacarla a ella y a su cinta antes de verla. Lo sabía, pero igual lo hizo.
Ese fue el caso del portal Rotten Tomatoes, sin duda uno de los más influyentes cuando la gente en Estados Unidos decide qué película ir a ver y cuál no: tuvieron que reprogramar su página cuando se dieron cuenta de que hacía varios días que había una campaña con terribles “críticas” del público a una cinta que era imposible que ya hubieran visto.
Suena frívolo. Seguramente lo es. Pero también es muy representativo de hechos que mucha gente considera quejas sin fundamento, y que las mujeres, incluso las más poderosas y exitosas como Brie —que es ganadora del Oscar y Capitana Marvel—, tienen que vivir. ¿Imaginen cómo nos va a las demás?
Así que si tenemos que usar términos como “techo de cristal”, para romperlo una y otra vez hasta que deje de existir ese límite supuestamente imposible, lo haremos. Con los grandes blockbusters y con cada paso de nuestra vida.
Con eso en mente, aunque en otro tema, imaginen mi emoción al encontrar en las redes a Yalitza Aparicio colaborando con Plaza Sésamo. Ahí estaba, mandando el mensaje de que si algo se puede imaginar, se puede lograr.
Sin olvidar que ella es maestra por profesión y que para millones Plaza Sésamo es una de las glorias más hermosasjamásinventadasafavordelaeducaciónyel entretenimiento, no saben cómo me gustaría ver muchomásdeello.Lohacedeunamaneraclara,encantadora y, sin duda, con todo el derecho a asegurar que lo queestádiciéndolealosniños,alasniñas,atodos,puede ser completamente cierto.
Imaginen mi emoción al encontrar en las redes a Yalitza Aparicio colaborando con