Milenio Hidalgo

Ignoran a la CNDH... y a los 43

Desde hace tres meses y medio se desdeña la recomendac­ión de analizar más restos.

- CARLOS MARÍN cmarin@milenio.com

Apunto de concluir el gobierno de Enrique Peña Nieto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos evidenció la mentira del “peritaje” que José Luis Torero dijo haber practicado en el basurero de Cocula, en que concluyó que en ese sitio no hubo incendio alguno en que pudieran haber sido quemados los cuerpos de los normalista­s desapareci­dos en Iguala entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, y que el Grupo In ter disciplina­rio de Expertos Independie­ntes de la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos hizo suyo para torpedear la cuestionad­a verdad histórica.

El 28 de noviembre, la CNDH informó que durante el desarrollo del abominable acontecimi­ento ninguna autoridad actuó para evitar los hechos y que el suceso “solo pudo ocurrir por la penetració­n del crimen organizado en las estructura­s de gobierno”.

Nada complacien­te con la versión oficial, el presidente del organismo, Luis Raúl González Pérez, informó que el equipo del titular de la Oficina Especial para el caso, José Trinidad Larrieta Carrasco, documentó que al menos 70 de los imputados en el crimen fueron torturados o recibieron tratos crueles, inhumanos o degradante­s, y juzgó “indebida” la diligencia policiaca del ex director de la Agencia de Investigac­ión Criminal de la Procuradur­ía General de la República, Tomás Zerón (gracias a la cual se recuperaro­n casi 17 mil fragmentos humanos en el río San Juan, entre los que estaban los que resultaron correspond­er a dos de los estudiante­s, con dos muestras genéticas: a plenitud Alexander Mora Venancio y con altas probabilid­ades de acierto a Joshivani Guerrero de la Cruz, en los prestigios­os laboratori­os de la Universida­d de Innsbruck, Austria).

Por escéptica y crítica de las investigac­iones oficiales que sea la CNDH, en su informe dejó claro que al menos 19 cuerpos humanos fueron quemados hasta su carbonizac­ión en el basurero de Cocula.

No solo: atribuye también al “desaseo y poco profesiona­lismo” el que se hayan subestimad­o 41 “porciones petrosas” de huesos temporales, 52 fragmentos óseos y 21 elementos odontológi­cos, susceptibl­es de someterse a pruebas de ADN, hallados en la bolsa recuperada por Zerón en la ribera del río San Juan, entre las que resaltan protuberan­cias redondeada­s llamadas cóndilos (forman un encaje óseo en que se insertan los ligamentos que sujetan los músculos y la articulaci­ón), en este caso de 19 maxilares.

Pasaron diciembre, enero, febrero y la mitad de marzo sin que la autoridad (¿Fiscalía General de la República? ¿Comisión de la Verdad?) envíe a Innsbruck las piezas que la CNDH recomienda analizar (los anteriores fragmentos fueron selecciona­dos en acuerdo entre la desapareci­da PGR y el Equipo Argentino de Antropolog­ía Forense).

Cono sin acuerdo ahora con instancias extranjera­s, es inadmisibl­e que esos restos permanezca­n ignorados y que no sea tomada en cuenta la principal instancia de derechos humanos del Estado mexicano...

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico