Tranquilos con el
Sí se genera un problema cuando a la selección mexicana de futbol se le empiezan a ver potencialidades que no son cotejables a la luz de la consistencia. Aunque pareciera que la broma o el tono chusco desde el que parten comentarios elogiosos, como muchos de los que se le dirigieron la noche del pasado viernes en el debut de Gerardo Martino como seleccionador, implican la vacuna de lo ligero y lo no serio, luego éstos se vuelven densos y a lo único a lo que llevan es a un real malestar…. Que nace justo cuando se aterriza en la realidad y no se consiguen los resultados esperados.
Por esto lo mejor es apelar a los consejos de los que más saben y poner las cosas en su real sitio. He escrito aquí en varias ocasiones que la elección del Tata Martino como entrenador de la selección nacional me parece absolutamente correcta si uno revisa su trayectoria. En pocas ocasiones se ha contratado a un director técnico que además de haber dirigido al Barcelona haya tenido ya la experiencia de dirigir dos buenas selecciones (Argentina y Paraguay) en mundiales. Pero sí habrá que esperar para no regalarle tantos elogios, aunque se disfracen éstos con un tono de broma, hasta no ver un poco más de su trabajo, hasta no medir su desempeño, decía, sobre el valor de la consistencia.
Haberle ganado el pasado viernes 3-1 a una selección de Chile (que no mereció perder y menos por tanta diferencia), no nos debe llevar a tantas buenas esperanzas. No digo que el equipo mexicano no se haya adaptado muy bien a las condiciones que planteó el partido y que todo su desempeño estuvo marcado por la eficiencia y la entrega… Lo que digo es que eso que vimos no puede llevarnos a decir que la vamos a romper en el próximo Mundial.
Poco a poquito. De entrada, mañana se jugará ante un rival tan complicado o más que los chilenos. A ver si no todo los comentarios buenos se convierten ahora en negativos. Ya ha pasado.
Habrá que esperar para no regalarle tantos elogios, aunque se disfracen éstos con un tono de broma