Ustedes son los culpables
Últimamente he leído o escuchado varias expresiones, proferidas siempre por miembros prominentes de la comunidad artístico-intelectual, en el sentido de que la sociedad mexicana es fuertemente culpable por la epidemia de violencia que se viveenelpaís.Elrazonamientoaducequeexisteindiferenciao apatíaanteelhorrorcotidiano,yqueestomismoseconvierte en una causa que potencia o impide frenar la violencia.
Me parece una postura situada entre lo absurdo y lo insultante, y que incluso se inscribe un poco en la estrategia gubernamental de criminalizar a las víctimas o desaparecidos, solo que en este caso se criminaliza por omisión a la sociedad entera. Me pregunto si entonces también es culpa de los sirios el horror que están viviendo, el de los iraquíes, nicaragüenses, etcétera, o cuál sería ese rasgo específicamente mexicano que deposita en su gente la culpa por una cruenta guerra civil.
La enorme mayoría de la población literalmente dedica la vida a trabajar jornadas larguísimas, para subsistir de manera bastante precaria, debiendo en particular las mujeres también ocuparse de los hijos, del hogar, etcétera. Bajo este panorama, ¿exactamente a qué hora deberían dedicar parte de su tiempo a combatir la espiral de violencia?
Pasemos ahora al cómo. Sabemos bien que la enorme mayoría de las víctimas lo son por armas de fuego de alto poder, ya sea a manos del crimen organizado o de las entidades estatales designadas para salvaguardar a la sociedad. ¿Es la sugerencia que la población mexicana debe formar grupos vigilantes para empuñar las armas y participar en la guerra? (Lo cual, por cierto, son exactamente las autodefensas, es decir, que en algunas partes del territorio, ya ocurre). Se habla de marchas y de alzar la voz, cuestión seguramente no dañina, pero, ¿no tenemos ya a diario miles de tuits que expresan la indignación ante lo que vivimos, que para efectos prácticos, por triste que suene, probablemente no sirven para gran cosa?
Depositar en la población la culpa de un problema sumamente complejo, derivado de razones económicas (pobreza, marginación, tráfico de drogas) y geopolíticas (por ejemplo, la ingente venta de armas de Estados Unidos) es una salida fácil, que obviamente tampoco resuelve nada, y parece más apuntada a lavar la culpa de quienes esto expresan. Ciertamente existe un sector de personas que en efecto podríamos contribuir de mejores maneras a mejorar la realidad nacional, pero generalizar para extender al conjunto de la sociedad es embarrar de la culpa propia a millones de personas que ya bastante tienen cada día con arreglárselas para sobrevivir.
¿Exactamente a qué hora deberían dedicar parte de su tiempo a combatir la espiral de violencia?