Sin respuestas
¿Por qué surgen rivalidades al vapor?
Nadie lo sabe. Lo que sí se sabe es que con solo dos encuentros parece ser suficiente para un reto de cabelleras y que la empresa firme la lucha.
Esta situación genera inconformidad entre los aficionados pues de la noche a la mañana se enteran de que habrá una lucha de cabelleras sin tener una rivalidad añeja, sin siquiera tener una historia de fondo.
¿De dónde salen las luchas de campeonato sin haber una rivalidad de por medio?
Se desconoce. De repente de un día para otro aparece programada una lucha por los campeonatos de parejas sin que haya habido un reto de por medio. Es algo que no tiene explicación.
Los campeonatos son para exponerse, pero sin una rivalidad, sin ese pique que llame la atención de los aficionados honestamente el resultado, cualquiera que este se, pasará de noche.
¿Por qué se programa una lucha del retiro con un par de encuentros previos?
La mera verdad ni se sabe. De lo que se tiene conocimiento es que hubo un reto y la empresa decide llevar a cabo la lucha.
Cómo se extrañan esos tiempos del pasado en donde las grandes rivalidades de meses e incluso de años terminaban en una lucha de apuestas ya sea de máscara contra máscara o de cabellera contra cabellera.
Lo de hoy parece ser que con un par de encuentros es más que suficiente para que se lleve a cabo una lucha de apuestas. Es algo que no tiene sentido.
¿Tiene sentido contar con el luchador que ostenta el principal título de la empresa pero que no esté presente en las funciones?
No tiene ningún sentido. Sin embargo sucede. Desafortunadamente en algunas empresas el valor de los títulos ha venido a menos.
El luchador campeón debe estar presente en la compañía, ostentar el título, estar abierto a los retos y exponer el cinturón ante los retadores.
¿Por qué los luchadores independientes están encabezando los magnos eventos de las empresas?
Es algo que solo las compañías saben. En lugar de mirar hacia sus estrellas recurren al talento exterior y que sea este quien encabece el cartel de su máximo evento del año. Algo está fallando.
Es innegable la calidad de los luchadores independientes, pero en las empresas la prioridad debe ser el talento interno. Vemos que no está sucediendo así.
¿Alguna vez los dueños de las empresas le harán caso a la opinión de los aficionados? Esta pregunta sí tiene respuesta y es un no. No porque hubo dos luchadoras que merecían encabezar un aniversario, la afición lo pidió y no fue escuchada.
No porque el año pasado los aficionados pedían a gritos la lucha de máscara contra cabellera entre los dos de los mejores luchadores del país y definitivamente no se llevó a cabo.
No porque los dueños de las empresas están detrás de un escritorio y no están entre los aficionados viendo las funciones y recogiendo el punto de vista de los aficionados.
Se extrañan esos tiempos donde las grandes rivalidades terminaban en una lucha de apuestas