Niños corriendo
El castigo y el olvido dieron paso a los entrenamientos, las carreras y los maratones
“Las medallas de oro no son realmente de oro. Están hechas de sudor, determinación y una aleación difícil de encontrar llamada agallas” Dan Gable
La niñez es sinónimo de correr, de alegría y de salud. Algunos dicen que los niños sanos y felices corren mucho. Sin embargo, alrededor del mundo existen historias que contrastan con esta realidad. Una de ellas, la de Budhia Singh.
Nació en India. Su padre murió cuando era muy pequeño; con dos años cumplidos, su madre decidió venderlo por algunas monedas a consecuencia de la pobreza por la que atravesaban. Tiempo después, Budhia fue recomprado por un entrenador de judo y operador de un orfanato que lo llevó a vivir con él.
Después de ser sorprendido realizando algunas travesuras en el orfanato, Budhia fue objeto de un castigo: lo pusieron a correr. Horas después de impuesta la medida correctiva, el director del orfanato se acordó de él y se percató que seguía corriendo sin mayor complicación.
El castigo y el olvido dieron paso a los entrenamientos, las carreras y los maratones. Singh, a sus escasos 5 años de edad, había corrido ya la friolera de 48 maratones y un ultramaratón de 65 kilómetros en poco más de 7 horas.
Su imagen se volvió famosa y la polémica comenzó a emerger. En 2006, las autoridades prohibieronqueBudhiacorrieralargas distancias y su entrenador fue incluso denunciado por maltrato.
Después de algunos años, Budhia habitó en un albergue deportivo gubernamental, donde practicó diferentes disciplinas de la mano de un nuevo entrenador. Algunos dicen que se libró de su primer entrenador que lo explotaba,otrosquefueseparadodeun hombre que le dio afecto, cariño y posibilidad de futuro. Él dice que lo extraña en todo momento por sus cuidados y entrenamientos.
Hoy, con más de 16 años y un pasado fuera de serie, vive con su madre. Algunos entrenadores de exitosos maratonistas kenianos se han ofrecido a entrenarlo para mejorar su desempeño. Él continúa corriendo seis días a la semana,sinentrenadoryconunsueño intacto en la mente, correr en los Juegos Olímpicos y ganar el maratón.
Conalgunosmaratonesacuestas no puedo imaginar el dolor y el desgaste que un maratón o ultramaratón puede provocar a un niño de la edad de Budhia. Especialistas subrayan que correr a edad temprana puede tener consecuencias importantes en cuerposquenoestándesarrolladosde manera suficiente, además de estrés, presión psicológica y desórdenes alimenticios. Los impactos y estragos del ejercicio en exceso a edad temprana podrán ser medidos y ponderados en el futuro.
Que nuestros niños corran en libertad, sin presión, sin obligación y sin miedo. Se libren de la obesidad que tanto los lastima y puedan correr sonriendo.
Abastecimiento. Faltamenos
de un mes para la carrera del Día del Padre que se realiza en la Ciudad de México. ¿Estás listo, papá? Buen ejemplo para tus hijos, mejor hábito para ti.