¿Desbandada en el PRI?
Con la llegada de los tiempos electorales también arrecia la guerra sucia e interna en los partidos políticos. En Hidalgo, el PRI es quien vive momentos álgidos producto del proceso interno para la dirigencia nacional y el escenario local.
Acostumbrados a estar cercanos a la cúpula tricolor del país, los priistas hidalguenses se encuentran en un tiempo decisivo, producto de la reflexión a la que los llevó la derrota de 2018 y la actual política del gobernador Omar Fayad quien mantiene una dinámica completamente distinta a la de otros tiempos. El propio mandatario es quien se ha pronunciado en estos días sobre la supuesta salida de militantes quienes han estado en desacuerdo con las formas y las determinaciones, a lo que el propio Fayad ha respondido que quien no quiera sumar está en el derecho de tomar la decisión que mejor le convenga.
Desde el pasado domingo en que se celebró la elección para dirigente nacional, el gobernador se refirió a que las principales críticas han sido de los priistas para con los priistas; y lo mismo con la guerra sucia.
Fayad sabe que el proceso de reconfiguración de su partido debe pasar de manera forzosa por la revisión de los perfiles y el actuar de quienes se consideraban los líderes y hoy deben aprender a hacer equipo. “Hay una serie de personajes que ya no deberían estar porque no sólo no suman al PRI, le restan”, han sido las palabras del primer priista del estado, quien también minimizó ayer la supuesta salida del ex dirigente estatal del PRI, Ricardo Crespo. Fayad ya vivió tiempos convulsos como edil, como diputado federal, senador, ahora como gobernador, y sabe a lo que se enfrenta cuando hay una reingeinería administrativa y sobre todo que trastoca intereses políticos por lo que veremos cómo resulta la estrategia para mantener al PRI en Hidalgo.
Hay una serie de personajes que ya no deberían estar